Un 2 de octubre de 1869 nacía Mahatma Gandhi, el líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de la filosofía de la no violencia. Este abogado, político y activista indio, que se convirtió en un símbolo de paz a nivel mundial, nos legó enseñanzas que hoy nos ayudan a mantener los pies sobre la tierra.
De hecho, esta fecha fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas como el “Día Internacional de la No Violencia” para difundir el mensaje de la no violencia, incluso a través de la educación y la conciencia pública. La ONU escribe que el mundo recuerda a Ghandi no sólo por su vehemente adhesión a la no violencia y el humanismo como ideal supremos, sino también como figura de referencia para hombres y mujeres en la vida pública, el pensamiento político y el gobierno.
Gandhi es, sobre todo, el símbolo de los anhelos y esperanzas de todos los habitantes. Por eso, en medio de esta crisis que azota al mundo, recordamos cuatro frases suyas que nos ayudarán a seguir resistiendo.
El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de la cual dispone el mundo
El amor es de alguna manera lo que Aristóteles llamaba primer motor inmóvil; es la causa de lo que hacemos, la razón por la cual nos movemos. Y durante esta crisis sanitaria, las miles de acciones solidarias comprueban que si tenemos amor, tenemos todo.
Lo que estamos haciendo a los bosques del mundo, no es sino un reflejo de lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos los unos a los otros
Suena cliché, pero el ser humano es el que se encarga de destruir su propio hábitat. Al principio de la cuarentena, veíamos fotos de cómo la Tierra volvía a respirar a raíz de que la acción humana se había detenido por unos días. Hoy, que respiramos humo y muchos patrimonios naturales se están perdiendo por culpa de los incendios provocados por hombre, tenemos que defender a nuestro planeta, cuidarlo y exigir que ¡dejen de quemar los bosques!
Aquellos que saben pensar no necesitan maestros
La reflexión y el espíritu crítico son herramientas claves para acercarnos al aprendizaje y el conocimiento, sobre todo para no volver a cometer los mismos errores con nuestra clase política.
Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir siempre
Una pandemia no puede paralizarnos. Al contrario, tiene que enseñarnos a ser más fuertes y a entender que después de la tormenta siempre sale el Sol. Más allá del panorama negro por el que atraviesa el mundo, es importante vivir un día a la vez y disfrutar como si mañana fuera el último.