Si tu auto es el segundo lugar donde más tiempo pasás en el día (el primero es tu oficina, claro), estos tres consejos harán que el interior de tu vehículo se vea cómodo y reconfortable (otra vez), y no se convierta en un verdadero caos al final de tu jornada.

La guantera no es (ni debe ser) el basurero del auto. Generalmente, esta parte del vehículo está repleta de papeles y cosas que quiénsabecómollegaron hasta ahí. Sí es la parte más próxima al conductor/a, pero no por eso hay que convertirla en un tragaresiduos. La guantera, si es bien utilizada puede evitarte muchos inconvenientes (como tardar de más cuando te ataja la caminera porque no encontrás tu documento). ¿Cuál es la solución? Un mini organizador que te permita discriminar en orden de importancia: un espacio para los documentos del auto; otro para algunas herramientas del auto; otro para los cables, cargadores, etc., y así.

Monedas, llaveros, alcohol en gel, aros perdidos, etc.; todo aquello que siempre queda a su suerte porque aparece inesperadamente por a o b motivo. Lo ideal para no dejar nada suelto y esparcido por tu auto es colocar un vaso o frasco con tapa en el portavasos e ir acomodando por dentro estas pequeñas cosas. Y, ¡por favor! colocá una caja, un recipiente o una bolsa de tela (lo suficientemente grande) para los residuos, los envoltorios de comida, los vasos de cartón de tu café, etc. De este modo, al final del día, podrás sacar la basura de un sólo tirón y no perderás tiempo juntando los restos que están esparcidos por todos lados. Ah, y evitarás también que tu auto huela mal.

Tu vehículo no debe ser una extensión de tu ropero (o de tu casa). Si sos de las personas que realizan varios trayectos en el día y con destinos diferentes, comprá un organizador o armá uno “casero” con cajas de cartón para dividir las cosas que utilizarás a lo largo de tu jornada: ropas deportivas, jeans, las compras que hiciste, etc.

Finalmente, toda esta serie de tips, además de organizarte el auto, te ahorrará eso que siempre falta: tiempo.