Texto: Jazmín Ruiz Diaz
Septiembre es un mes importante para mí. Cuando miro hacia al pasado, en el mismo mes, durante diferentes años, me mudé de país, viajé, estrené obras de teatro, tomé decisiones importantes. Por eso, significa un mes de cambios y renovación. Este año no es la excepción, además de mudarme, en septiembre cumplo un sueño largamente anhelado con el lanzamiento de un libro del que formo parte. El libro se titula Amalgama: Mujeres, identidad y diáspora y es una publicación del proyecto que lleva el mismo nombre, dedicado a promover el trabajo de artistas latinoamericanas en Reino Unido. El lanzamiento está marcado para el 25 de septiembre, en el Instituto Cervantes de Londres. Mi colaboración se da con un capítulo que escribí titulado La mirada de la mujer en tiempos de selfies.
Como el título lo indica, allí reflexiono navegando a través del trabajo de artistas paraguayas en Instagram sobre el poder de la mirada, cómo esta se construye y deconstruye y por qué es importante analizar desde dónde miramos. Pero principalmente, el ensayo se enfoca en cómo estas artistas colaboran con nuevas formas de mirar nuestra cultura y nuestra sociedad, y de este modo, cuestionan los imaginarios preestablecidos de lo que significa ser una mujer paraguaya, hoy. Regina Rivas, Adriana Peralta, Leticia Sayuri, Mayeli Villalba, Leonor de Blas y Sandra González son las protagonistas de este capítulo; así como la artista colombiana Viviana Troya, en cuyo trabajo se encuentran muchos planteamientos similares que sirven para trasladar la discusión a nivel de Latinoamérica. ¿Por qué realizar esta reflexión enfocada en Instagram? Porque considero que es el espacio donde mejor se traducen las relaciones del mirar en el contexto actual, intermediadas por la tecnología, los smartphones y los likes.
El ensayo no es una cosa aislada. Es la continuación de un proyecto que lleva más de un año titulado Kuña Jesareko, nombre que sale de la traducción de “mirada femenina” al guaraní. El mismo empezó en marzo de 2018, cuando junto a la ilustradora Regina Rivas lanzamos una convocatoria en Instagram invitando a mujeres que suban imágenes (fotografías, ilustraciones, incluso selfies) que para ellas hagan referencia a temas como el cuerpo, el placer y el deseo. A partir de allí empezó un trabajo de curaduría digital, donde fui rastreando las imágenes publicadas con el hashtag #KuñaJesareko para repostearlas en una cuenta de Instagram que lleva el mismo nombre (@kunajesareko, sin la “ñ”, ya que esta plataforma no reconoce esta consonante tan utilizada en español y guaraní).
El resultado final fue una exhibición online que se puede visitar en el blog (www.kunajesareko.org), donde hay una selección final de 25 imágenes agrupadas en cinco categorías y acompañadas de cinco ensayos sobre la mirada de las mujeres en Paraguay. Estas secciones se titulan: A través del espejo, acerca del autorretrato, las selfies y otros modos de autorrepresentación; Identidades caleidoscópicas, enfocada en imágenes que cuestionan los estereotipos acerca de la mujer paraguaya; El cuerpo como manifiesto, donde el desnudo como género es interpretado en un sentido político; Materializando el deseo femenino, en el que las autoras exploran temas como el sexo y el placer, y Mujeres que miran mujeres, el cual reúne retratos fotográficos de mujeres realizados por otras mujeres.
Todo este trabajo fue presentado como tesis de la maestría que realicé en Industrias Culturales y Creativas en King’s College London. A partir de allí, la cuenta en Instagram continuó como un espacio desde donde dar a conocer el trabajo de artistas paraguayas, y la idea es que siga creciendo. En marzo, invitada por Denise Genit y Cori Da Ré, diseñadoras y empresarias al frente de la tienda de ropa Oh Sí, realizamos la exhibición física de Kuña, como parte de su serie de eventos Cuando nos juntamos pasan cosas lindas. Mientras, en junio de este año, ya después de empezar el doctorado, participé del primer Simposio sobre Investigación en Arte y Cultura Latinoamericana en Reino Unido, realizado en Oxford. Allí tuve la oportunidad de disertar sobre el proyecto y conocer a Daniela Galán, quien presentó en el mismo evento el trabajo que viene realizando desde Amalgama y me invitó a colaborar con el libro que estaban preparando.
Todo este camino recorrido por Kuña Jesareko hasta el día de hoy me recuerda la motivación inicial del proyecto. Como trabajadora de medios que se movió siempre entre los mundos editoriales y de moda, mi interés fue siempre colaborar con apropiarnos de estos espacios y construir desde allí con discursos donde nos sintamos representadas. En tiempos donde lo estético está omnipresente, la línea entre arte y medios se vuelve difusa; pero en ambos casos el mensaje es el mismo: Si las relaciones de mirar son relaciones de poder; entonces, también allí hay una rebelión que está en nuestras manos.