Texto: Micaela Cattáneo
Desde Liebe ist für alle da (2009), Rammstein —la banda alemana de metal industrial— se limitó a dar conciertos en distintas partes del mundo, esquivando los estudios de grabación, las consolas y los audífonos. Tardaron 10 años en volver a encender la perilla y sumergirse en aguas turbulentas, en arenas movedizas, en la más pura esencia del género.
El próximo viernes 17 lanzan su nuevo disco homónimo, Rammstein. Y su primer adelanto fue una bomba de tiempo: el videoclip del primer corte del álbum, Deutschland. La canción, así como su representación visual de 9 minutos, atraviesa épocas históricas de Alemania y posibles escenarios futuristas que militan un amor-odio asiduo por el país. En otras palabras, es una fuerte crítica a su pretérito imperfecto y a la vez, un abrazo efusivo a su presente simple y a su devenir anónimo.
Este offside retrata cómo la revolución musical de la banda no fue arrasada por ninguna marea alta. Sin embargo, experimentan —según contaba el propio guitarrista de Rammstein— otros conceptos en los sonidos, más allá de los de nicho. En el nuevo material, los instrumentos gritarán, pero también murmurarán por lo bajo, inmortalizando la mezcla más esperada de los últimos años.
Canción necesaria: Hasta el cierre de esta edición, la única disponible era Deutschland. Una canción que propone una inmersión temporal y una reflexión que da que hablar.