Como vestuarista, participó en 11 largometrajes a lo largo de los 14 años que lleva en el rubro. Egresada de la Universidad de Palermo en Buenos Aires, es una entusiasta de la promoción de la industria cinematográfica en nuestro país y preside la Academia de Cine del Paraguay.
Texto: Jazmín Gómez Fleitas
Fotografía: Nath Planás
Desde muy pequeña, Tania (35) amó la costura y las películas. Y cuando se enteró de que la película Miami Vice se rodaba en Ciudad del Este, no dudó en ir a entregar su CV para ayudar en el departamento de vestuario. Era el 2005, acaba de terminar la secundaria y hablaba inglés. Su osadía le valió el acceso al rodaje y tuvo su primera experiencia en el cine.
Se crió con su abuela, ya que su mamá migró al exterior para darle una mejor calidad de vida. Con sus remesas, Tania pudo estudiar inglés, así como en el 2006 cursar la carrera de Vestuario en la Universidad de Palermo, Buenos Aires.
Durante su experiencia universitaria trabajó para Metrópoli Films en Uruguay, Doble A y Clásica en Argentina. Sus profesoras de clases, eventualmente también se convirtieron en sus jefas, y cuando estaba de vacaciones en el país, la productora Leticia Fleitas la contrataba, “mi mamá del audiovisual”, resalta Tania.
Todo terreno
Tania también formó su familia junto a Osvaldo Ortiz Faiman, con quien tiene cuatro hijos: Gabriela (7), Gael (4), Alicia (2) y Catalina (10 meses). Todos ellos con su segunda casa en el set de rodaje.
“Es una profesión realmente muy gratificante. Mis hijos crecieron en los rodajes. No sólo los pude llevar, también trabajar embarazada. Sé que hay muchas mujeres que no pueden llevar a sus hijos a sus lugares de trabajo. Catalina nació al día siguiente de terminar el rodaje de Matar a un muerto. Y los demás siempre se portaron muy bien. Había ocasiones que veía a los bebés paseando de brazo en brazo con sus tíos”, ríe.
Además, en ellos ya está sembrada la semilla artística. Tania relata que les encanta contar historias y que antes de iniciar alguna presentación teatral casera, usan una claqueta. Como mamá, ella los acompaña en cada aventura, como cuando les confeccionó muñecos artesanales para que presentaran sus obras, y a Gabriela (la mayor), se le ocurrió hacer una fábrica de muñecos y venderlos en su entorno.
“Me sorprenden muchísimo con su creatividad, con sus ideas. Hacemos los muñecos juntos, pero no muy seguido, y Gabriela les vende a sus amigas y primas. Ya son para sus ahorros”, narra Tania, que además, se dedica al personal styling para madres. “Es común que cuando nos convertimos en mamás nos cueste tener tiempo para nosotras mismas o arreglarnos, por eso hago esto. Para armar cápsulas de guardarropa, y que sea fácil y práctico, tener listo o a mano qué ponerse para el día a día en el trabajo o en los eventos”, destaca.
“Disfruto mucho también de esto porque compartimos experiencias con un café de por medio, mientras nos conocemos y me cuentan sus necesidades. Como madres, lidiamos con esa culpa de apartar tiempo para nosotras, algo que estaba muy arraigado en generaciones anteriores pero que ahora vamos comprendiendo, se trata de un tiempo de sanidad mental para seguir estando bien en nuestra profesión, con nuestra familia, amigos, etc. En esta época digital una siente que trabaja las 24 horas del día, así que es importante no dejarnos gobernar por las redes sociales o el exceso de actividades porque, ¿cómo podremos empoderarnos si estamos al servicio de eso?”, reflexiona.
Los desafíos del cine
Desde el 2017, Tania preside la Academia de Cine del Paraguay, además de llevar adelante su rol de vestuarista de cine. Las últimas películas en las cuales trabajó fueron: Las Herederas, Los Buscadores y Matar a un muerto, además de otros proyectos aun no finalizados y por concretar.
Al trabajar en el rubro creativo, se vuelve necesario diversificar los ingresos explica Tania, ya que no hay películas constantemente, aunque ahora la intención es poder impulsarlas. Así que entre las películas, la asesoría de imagen y la fábrica de muñecos, también da clases de vestuario en Loffice Cinelandia, un espacio de coworking.
“Es un curso profesional de vestuario, que no es lo mismo que las carreras de indumentaria. Aquí tenemos profesionales que están en activo y vienen a dar clases. Por ejemplo, dentro de poco vienen dos vestuaristas de Argentina, además de que la primera promoción de este curso de 10 módulos se gradúa este año. Entonces van a poder trabajar en cine, tevé o teatro. Y hace falta”, detalla.
Para impulsar la industria se necesitan más profesionales en todas las áreas y ya están echando en falta. “Hubo películas que el año pasado ya no pude tomar porque me coincidían los tiempos con otras. Necesitamos más profesionales en otros rubros como guion, continuidad, etc. La idea es seguir trayendo profesionales para continuar con la capacitación, porque no todos poseen la oportunidad de pagarse un curso y trasladarse al exterior. Entonces ese crecimiento es bueno para todos, hay más trabajo y más personas que puedan hacerlo y así se va creando la industria”, señala.
Además, espera que este año se promulgue el decreto reglamentario necesario para la creación del INAP
(Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo), que será el ente regulador de los fondos para la realización de audiovisuales, además de fomentar toda la cadena de valor: formación, capacitación, desarrollo, distribución y presencia de Paraguay en festivales.
Tania ganó en el 2015 el premio a Mejor Vestuario en el Madrid Film Festival por la película Luna de Cigarras y el año pasado, un galardón al “Talento y Orgullo”, de la Universidad de Palermo. Su mandato de dos años al frente de la Academia, va hasta junio de este año, siendo la tercera mujer en ocupar el puesto.