Por: Micaela Cattáneo
El 9 de noviembre, la banda británica de rock progresivo dejó a todos sus fans boquiabiertos: lanzó Simulation Theory, su octavo álbum de estudio. Desde Drones (2015), su disco anterior, Matt Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominic Howard se tomaron el tiempo —entre giras, entrevistas y conciertos varios— para crear un material discográfico totalmente recargado.
Simulation Theory salió al mercado con tres versiones: una estándar con 11 canciones, una de lujo con 16 temas y otra de superlujo, en la cual se destaca el arte de Paul Shipper, quien trabajó en producciones como las de Star Wars: The Last Jedi y Avengers: Infinity War.
Con una portada futurista, hecha por Kyle Lambert —quien fuera el artista digital de los pósters de Stranger Things y Jurassic Park—, el disco adelanta el viaje vanguardista que supone cada composición de adentro, en las cuales sobresale un sonido eléctrico superecléctico.
Canción necesaria: Pressure, porque es el portal para entender el eclipse de las demás canciones.