Conocé los grupos de voluntariado u organizaciones sin fines de lucro que ayudan a construir un mundo mejor para los niños, niñas y adolescentes. ¿Te gustaría sumar tu granito de arena en alguno de ellos?

Por: Micaela Cattáneo

Fotos: Gentileza

Por un presente mejor
¿Sabían que Global Infancia fue una de las principales promotoras del Código de la Niñez y la Adolescencia? Y es que desde el año de su creación, trabaja para que los niños, las niñas y los adolescentes vivan en el ejercicio pleno de sus derechos. Este organismo nacía en 1995, como un área especializada de la Asociación Global, una organización de la sociedad civil que, en ese entonces, impulsaba acciones de denuncias, defensa y protección contra el tráfico de bebés.
Su primera y más importante iniciativa fue la apertura de la Codeni (Consejería Municipal por los Derechos del Niño, la Niña y el Adolescente), presente en cada localidad como un servicio de promoción y protección de derechos, permanente, gratuito y de acceso más directo para el cumplimiento y la atención de los mismos.
Actualmente, continúa luchando para que los menores de edad tengan una mejor calidad de vida en su comunidad, promoviendo políticas públicas, sensibilizando y capacitando a la ciudadanía, y abordando realidades poco visibles de la niñez y la adolescencia. Uno de los resultados de esa lucha es el Centro Comunitario de Remansito, desde donde acompañan el crecimiento de 1196 niños y niñas, de entre 0 a 18 años, brindándoles estimulación temprana, apoyo escolar, complemento alimenticio, etc.
Este proyecto es parte del Programa de Desarrollo Comunitario, que también funcionará en Villeta, ciudad en la que ayudarán a más de 600 niños y niñas que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad. Para mejorar los servicios que prestan en ambas comunidades, están vendiendo una rifa con interesantes premios, los cuales se sortearán el 31 de agosto. Para colaborar pueden llamar al (021) 510-624 o al (0981) 170-450.
Asimismo, la organización cuenta con un programa denominado Empresa Amiga de la Niñez, con el que busca hacer que las empresas integren los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes en sus políticas y gestiones corporativas. No menos importante es la campaña Prestación Alimentaria, con la que revelan que, en el 2015, se alcanzaron al menos 7400 solicitudes de juicios de asistencia alimenticia. Para hacer una donación o ser socio o voluntario de la organización ingresá a globalinfancia.org.py
Maestros de la risa
Patch Adams, el médico interpretado por Robin Williams en la película del mismo nombre, decía que la mejor medicina para las enfermedades es la risa. Dr. Payasonrisa persigue esa esencia: defender a la alegría por su infinito poder de transformación. Este grupo de voluntariado nace en el 2011 con el objetivo de desdramatizar el medio hospitalario, mostrando que el humor puede cambiar la vida en aquel mundo de batas blancas.
En la organización hay actores, médicos, docentes, abogados, amas de casa, músicos, ingenieros, estudiantes universitarios, entre otros. Y todos ellos se unen para cumplir una misión: llevar amor a los hospitales. Los doctores payasonrisas aparecen de sorpresa en estos lugares, llevando juegos, bailes, magia, burbujas, globos y maracas a los pacientes. Con esta dinámica, los ayudan a distraerse de su situación y, por un instante, todo es risa y color.
La actriz y voluntaria Tamara Djundi cuenta que los payasonrisas se entrenan en técnicas de clown, teatro, expresión corporal, pautas hospitalarias y psicología de payasos. “Nos organizamos, trabajamos de a dos, es decir en pareja, en cada habitación. En los pasillos nos convertimos en animadores, deportistas, poetas, cantantes, bailarines, acróbatas y muchas cosas más. No los curamos de su enfermedad, pero colaboramos con un elemento positivo para el proceso de recuperación”, comenta.
Hasta hoy, han visitado hospitales de Central como Clínicas, Acosta Ñu, Emergencias, Barrio Obrero, IPS, el Hospital Nacional de Itauguá, entre otros. Asimismo, entrenaron a voluntarios de Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero, quienes activaron en los sanatorios de su ciudad. Para sumarse al equipo, en primera instancia como payalogísticas (fotógrafos/as, etc.), pueden escribir a drpayasonrisa@gmail.com
Generalmente, las visitas se realizan todos los fines de semana, a lo largo del año. Pero durante los meses de enero, setiembre y octubre, los voluntarios se capacitan, se integran como familia, descansan la mente y fortalecen el espíritu, a modo de volver con más energía en los próximos meses. Desde el año pasado, proponen los payadesafíos, donde figuras reconocidas por los niños asumen el rol de los doctores payasonrisas por un día, haciendo que, por un momento, todo se convierta en una verdadera alegría.
La educación como primer motor
Desde un principio, Paraguay Educa tuvo iniciativas de gran impacto. Su proyecta inicial, Una computadora por niño (One Laptop Per Child) —el programa global creado para diseñar, fabricar y distribuir computadoras portátiles a niños de países en vías de desarrollo con fines educativos— llegaba a Paraguay en el 2008, con la idea de replicar este modelo pedagógico en las escuelas públicas del país. Caacupé era la comunidad seleccionada para implementar el plan piloto.
Desde entonces, UCPN benefició a más de 17.000 niños de la ciudad, logrando que el alcance del proyecto fuera tal que, en el 2015, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) lo adoptara como política pública para el distrito. Un año antes de este hito, la organización daba apertura oficial al Centro Tecnológico Serranía (CTS), con el que buscaba ofrecer talleres y eventos gratuitos a los niños, jóvenes, docentes y familias de la ciudad, con el fin de contribuir a la inclusión digital y al desarrollo comunitario.
Para ser voluntario/a pueden escribir a info@paraguayeduca.org, en donde les especificarán en qué áreas pueden colaborar con la organización: tecnología (reparación de computadoras y equipos), comunicación (difusión de actividades, elaboración de materiales audiovisuales, etc.), educación (apoyo en los talleres dirigidos a niños y niñas) o gestión comunitaria (convocatorias a reuniones de la comunidad, logística de los eventos, talleres para padres o chalas sobre temas específicos, como desarrollo de videojuegos, seguridad en Internet, etc.).
Cuando la risa sana
¿Y si les cuento que hay un lugar soñado donde los niños y las niñas con enfermedades graves pueden olvidarse de su estado y disfrutar plenamente de su niñez? ¿Me creerían? La Fundación Campuka hace posible esto, desde el 2012. A través del Campamento de la risa, crea un mundo lúdico para los pequeños pacientes que dedican gran parte de su tiempo a los diagnósticos, tratamientos y remedios.
La organización promueve espacios de recreación terapéutica gratuitos a modo de que se sientan libres, experimenten la alegría de ser cien por ciento niños, otra vez, y vuelvan más fuertes y valientes a sus rutinas. El campamento dura cinco días, y es en este periodo donde los chicos de entre 6 y 18 años comparten dinámicas que les devuelven la alegría y les renuevan las ganas de vivir. Para ser voluntario/a o colaborar pueden llamar al (021) 283-918.
En busca de corazones generosos
La historia de Operación Sonrisa comienza con el viaje a Filipinas del Dr. William P. Magee y su esposa Katheleen, en 1982. Durante su estadía por las islas, descubrieron que una gran cantidad de niños presentaban malformaciones faciales, entre ellas, labio leporino. Convocaron a otros médicos y ofrecieron cirugías gratuitas a estos niños. Pero fue tan grande la convocatoria que no pudieron atender a todos, por lo que tuvieron que pensar en un proyecto más grande.
Así nace esta organización y así, con la misma sensibilidad social de aquel día, se extiende a más de 60 países del mundo. Llegó a Paraguay en el 2013 y, desde entonces, han hecho más de 2500 operaciones. Al año, Operación Sonrisa, realiza dos misiones de cirugía. Cada misión comprende una semana completa de intervenciones quirúrgicas a los pacientes, hechas en un 90% por médicos voluntarios paraguayos y en un 10% por médicos voluntarios extranjeros.
Durante esa semana se operan 25 niños por día. La cirugía cuesta alrededor de G. 10.000.000, pero el paciente no los paga, ya que la organización —a lo largo del año— se encarga de recaudar fondos por tal motivo. El próximo 23 de agosto tendrán una cena de gala para solventar las operaciones de la misión de setiembre.
El compromiso de Operación Sonrisa no finaliza con las cirugías, ya que la organización acompaña el tratamiento de los pacientes (odontología, fonoaudiología, nutrición,etc.), en su clínica, todo el año. Hay dos formas de ser voluntario/a: brindando un servicio médico (enfermeras, anestesiólogos, cirujanos, médicos, nutricionistas, etc.) o no médico (logística, apoyo en las actividades de recaudación, etc.). Asimismo, reciben pañales, leche, mamaderas, chupetes y alimentos para cubrir las comidas de los voluntarios y de las familias de los pacientes, durante las misiones. Para ayudar pueden contactar al (021) 670-017.
Amigos de la comunidad
En 1991, en Seúl (Corea del Sur), se creaba Good Neighbors Internacional, una organización que brindaba ayuda a los países vecinos en situación de vulnerabilidad y pobreza, mediante programas de desarrollo integral que mejorasen su calidad de vida. A nuestro país llegaron en el 2011 como Good Neighbors Paraguay, conocidos actualmente como Asociación Buenos Vecinos.
La organización elabora y ejecuta proyectos que benefician a más de 5000 niños, niñas y adolescentes, principalmente, en asuntos de educación, salud, protección, generación de ingresos, etc. Asimismo, brindan a las comunidades programas de refuerzo escolar, club de fútbol, chequeo médico, huerta ecológica comunitaria, club de lectura, entre otros servicios.
Buenos Vecinos está presente en Las Mercedes (Areguá), La Victoria (San Lorenzo), Puerto Antequera (San Pedro), Barrero (Eusebio Ayala) y Mariano Roque Alonso. Actualmente, están realizando una campaña denominada Salud + Agua, para recaudar fondos con el fin de comprar filtros de agua de cerámica para las familias de niños, niñas y adolescentes de Puerto Antequera y sus comunidades aledañas, donde no tienen acceso al agua potable. Para colaborar pueden visitar la página buenosvecinos.org.py o comunicarse al (0981) 914-472.

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