A 50 años de su estreno, el legado de 2001: A Space Odyssey (Odisea del espacio) sigue más vigente que nunca.

Por: Marlene Sautu
marlenesautu@gmail.com

Un año antes de la llegada del hombre a la luna, se estrenaba uno de los filmes de ciencia ficción más representativos del género y, hasta ese entonces, con más veracidad sobre la física, el espacio y la astronáutica. 2001: Odisea del espacio (1968), de Stanley Kubrick, marcó un hito para las películas sci-fi no sólo por su planteo narrativo o por abordar temas como la evolución de la inteligencia humana y el avance tecnológico de la inteligencia artificial, sino también por los innovadores efectos especiales, diseñados y conducidos por el mismísimo Kubrick y que le hicieron ganador del único Oscar de toda su carrera, en la categoría de Mejores Efectos Visuales.

El 23 de febrero de 1965, la MGM (Metro Goldwyn Mayer) envió a los medios una nota de prensa en donde se explicaba, entre otras cosas, que “Stanley Kubrick va a rodar la película Viaje más allá de las estrellas en formato Cinerama para la MGM”. Se mencionaba a “un reparto de talla internacional”, del que no se adelantaba nombre alguno. Con respecto al rodaje, se marcaba el 16 de agosto como fecha de inicio y la idea era utilizar decorados de los estudios, en países como Reino Unido, Suiza, Alemania, África y EE.UU.

Como era casi siempre común en Kubrick, nada de lo previsto se cumplió. Se hicieron múltiples cambios, desde el título de la película, la fecha de inicio de rodaje, (que finalmente arrancó el 29 de diciembre) y las locaciones, ya que la cinta no se filmó en ninguno de los países mencionados (salvo estudios de Reino Unido, y algunas transparencias que se usaron de África). Además, por orden de Kubrick, los actores fueron todos desconocidos, quedando como protagonistas Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester y Douglas Rain. Curiosamente ninguno de ellos tuvo después un papel relevante en ningún filme que superara a los personajes que encarnaron en 2001.

El 4 de abril de 1968, 2001: Odisea del espacio se estrena, obteniendo críticas divididas y buena receptividad de parte del público. Se habló de un presupuesto de 10,5 millones de dólares, de los cuales cerca de 6 fueron solamente destinados para los efectos especiales. Afortunadamente para la MGM, se logró recuperar la enorme inversión del filme, ya que en Norteamérica recaudó 21,5 millones de dólares en su primera semana y, además, el filme obtuvo las nominaciones correspondientes al Óscar a Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Dirección de Arte y Mejores Efectos Especiales, ganando en esta última categoría.

El guión de 2001: Odisea del espacio fue escrito por Kubrick y por el novelista Arthur C. Clarke, basándose en un cuento de este último titulado El centinela, escrito en 1948 y publicado originalmente en la revista 10 Historias de Fantasía, en 1951. La trama de la película se centra en un equipo de astronautas, que trata de seguir las señales de radio emitidas por un extraño monolito hallado en la Luna y que parece ser obra de una civilización extraterrestre. Kubrick, quien ya tenía mucho prestigio en esa época por haber sido el responsable de filmes como Paths of Glory (1957), Spartacus (1960), Lolita (1962) y Dr. Strangelove (1964), solicitó tener asesoramiento personalizado de múltiples expertos, desde el pensador Carl Sagan, hasta ingenieros de la NASA, pasando por varios directivos y responsables de la compañía IBM. Era tal el deseo de plasmar la verosimilitud sobre el espacio y sus efectos, que se convocó a un equipo de más de 100 personas para trabajar en la película, entre ellos, 25 técnicos de efectos especiales y 36 diseñadores.

Algunas películas contemporáneas sobre el espacio como Gravity (2013), de Alfonso Cuarón, o Interstellar (2014), de Christopher Nolan, no hubieran gozado de éxito si no fuese por la gran contribución que dejó 2001: Odisea del espacio al mundo del cine, hace 50 años. Y es que se trata de un filme que marcó un antes y un después y que tiene mucho significado para muchos otros referentes del séptimo arte. George Lucas, el padre y creador de Star Wars, aseguró alguna vez: “Para mí, 2001 es como mirar una puesta de sol”.

Para finalizar, nos quedamos con la reflexión de su propio director, quien, ante la pregunta: “¿Qué pretendía realmente con esta película?”, respondió: “Intenté hacer una película que fuera una experiencia visual que trascendiera las limitaciones del lenguaje y penetrara directamente al subconsciente, con una carga emotiva y filosófica. Quise que fuese una experiencia subjetiva vivida intensamente y que llevase al espectador a un nivel interno de conciencia, del mismo modo que logra hacer la música”.

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