El cine y las series dan vida a sus historias en escenarios que logran inmortalizar su esencia en nuestras mentes. Y que a su vez nos cautivan, porque el lugar donde se desarrollan es una pieza crucial para hacernos sentir parte de ellas. ¿Qué fan no quisiera visitar la de su favorita?

Por: Jazmín Gómez Fleitas

jazmin.gomez@gruponacion.com.py

Más allá de entretener, el cine siempre cumplió el importante papel de mostrarnos el mundo. Décadas atrás, era una de las únicas maneras de conocer ciudades distantes, lugares a los que jamás llegaríamos sino fuera por la gran pantalla, una verdadera guía turística. Sí, esa época en la que Internet no existía aún.
Nuestras madres o tías aún recuerdan esas películas de la era dorada de Hollywood que las hacían suspirar: An affair to remember (Algo para recordar, 1957), que hizo icónico el Empire State Building en Nueva York; un edificio clásico que a su vez inspiró la historia de Sleepless in Seatle (Sintonía de amor,1993). To catch a thief (Para atrapar al ladrón, 1955), con Grace Kelly y la Riviera Francesa como telón de fondo, o Roman Holiday (Vacaciones en Roma, 1953) con Audrey Hepburn. Y esto solo por mencionar algunas.
En nuestros días, el cine sigue siendo un promotor importante de destinos. La diferencia radica en que hoy, ya no solo soñamos con visitar el lugar que nos cautivó desde la pantalla grande, sino que queremos hacerlo a profundidad. Deseamos seguir los pasos de nuestros personajes favoritos o conocer los sitios que dieron vida a los de la ficción. Y ya no son solo las películas las que nos capturan, lo hacen también las series con calidad cinematográfica, sin nada que envidiar al cine.
El viaje de Gandalf desde la atenta mirada del Monte Cook en Southern Lake, Nueva Zelanda
Es que conocer los lugares reales en donde se filmaron las películas o series favoritas va en aumento. Un artículo del 2013 publicado en CNN Travel menciona que ya no se habla de turismo de ubicación de películas (en set de rodajes) sino de turismo cinematográfico, es decir, visitar los lugares reales donde fueron grabadas las historias.
Una de las lecciones mejores aprendidas de Hollywood en cuanto eso, fue la evidencia recabada luego de la trilogía El Señor de los Anillos (2001-2003). Una saga que posicionó a Nueva Zelanda como La Tierra Media de las aventuras y brindó al país un incremento en turistas del 30% luego de ello y una gran maquinaria de promoción turística nacional que la respalda. A partir de ahí, el escenario se volvió un personaje más en las historias y la audiencia lo notó tanto como la industria de viajes.
Desde entonces, los comercializadores de turismo ven esto como una gran oportunidad para darlos a conocer sitios. Incluso, los países hacen lobby en Hollywood para ganar su atención en la próxima producción.
Lo curioso respecto a esta nueva forma de visitar lugares es que esto no se limita a imponentes paisajes, por ejemplo en las series. Existen muchas que no cuentan con bosques encantadores o lagos de diversos tonos de azul, y sin embargo tienen muchísimos fans que de igual manera visitan los lugares donde fueron rodadas por el valor agregado de ser parte de la historia. Algo que sucedió con Breaking Bad y la ciudad de Alburquerque, Nuevo México, donde vivía el profesor Walter White, personaje que se convierte en narcotraficante en la serie. Sus fans visitan desde el lavadero de autos que poseía hasta la casa de Heisenberg, o los paisajes áridos de la Reserva India To’hojailee. Algo similar sucede con House of Cards. Aunque la historia tiene lugar en Washington, cuenta con varias tomas exteriores en Baltimore, hasta donde van los fans.
Si pudieras conocer las locaciones de tus películas o series favoritas, ¿a dónde irías? Aquí recopilamos los destinos más famosos y que congregan a miles de visitantes.
El Señor de los Anillos
Es sinónimo de Nueva Zelanda y los fans los saben. La conforman dos islas, una norte y una sur, y para conocer las locaciones hay que visitar ambas. En la Isla Norte se encuentran: Matamata, el lugar donde se retrató la Comarca y Hobbinton. Un paisaje de colinas que albergan los agujeros hobbits , que se conservan intactos. Wellington: escenario de los jardines de Isengard, el río Anduin y Rivendel. En la Isla Sur, están Nelson: donde se encuentra el Anillo Único, el bosque de Chet y el valle del arroyo Sombrío. En Canterbury: Edoras, la ciudad principal de Rohan con sus colinas con nieve en sus picos; en Southern Lakes: Lothlorien, Isengard y el viaje de Gandalf, donde se realiza la secuencia de las dos torres así como el camino al bosque de Lothlorien. Y en Fiordland: el río Anduin y el bosque de Fangorn con vida propia.
El Padrino
No importan los años que hayan pasado, es un clásico que merece atención. Y por ello, Sicilia ofrece una ruta por los lugares más icónicos de la película. Una bellísima isla al sur de Italia que atrae a más fans de la saga que a turistas curiosos. Aquí se puede recorrer Taormina, un destino de lujo italiano con su imponente vista a la costa; también el Teatro Massimo, la locación final de El Padrino III; el Bar Vitelli que se conserva tal cual se lo vio. Además de la bella estación en Taormina, donde se llega al destino exclusivo de playa o La Chiesa Santa Lucía sobre la cima de la montaña, donde Michael y Apolonia descienden con sus invitados a la fiesta de boda.
Seguir los pasos de El Padrino en Taormina, Sicilia.
Medianoche en Paris
Hay un sinfín de películas que nos muestran lo bella y atractiva que es París, hasta sería injusto no mencionar a Amélie, por ejemplo. Pero este filme de Woody Allen realmente es una declaración de amor a la ciudad. Desde que la película salió a la luz, el Hotel Le Bristol incrementó el número de hospedajes en la suite panorámica donde se aloja el protagonista. La escalera donde todo inicia es la lateral de la iglesia Saint-Ettiene-du-Mont y luego empieza el recorrido, tanto nocturno como diurno por la ciudad. Algunos de los lugares son: la casa Casa de Claude Monet (pintor impresionista) a 70 km de París, el Palacio de Versailles, el Museo Rodin, la Rue Rivoli frente a las Tullerías, la Torre Eiffel, la librería Shakespeare and Company y el Puente Alexandre III.
Game of Thrones
Una saga con ávidos fans y que además, deja a los televidentes boquiabiertos con su fotografía. Sus sets de rodajes son de lo más exóticos y bellos. Una parte de los escenarios originales de la serie corresponden a Dubrovnik, Croacia, en donde tiene lugar The King’s Landing, con sus calles y horizontes oceánicos con fortalezas. Además, para los gélidos paisajes se optó por Islandia: Magheramorne, la cueva con aguas termales llamada Grjotagja lava cave, los glaciales impronunciables como Hofoabrekkuheioi y Svínafellsjokull, en el Vatnajokull National Park. También Irlanda, al norte de Belfast con The Dark Hedges, Cushendun, Ballintoy Harbour y Larrybane. Y al sur de Belfast: Tollymore Forest Park, Audley’s Field y muchas más como para una nota sola.
The King’s Landing de Game of Thrones en Dubrovnik, Croacia
Outlander
Ya habíamos mencionado en unas ediciones atrás cómo esta serie que ya va por su tercera temporada en Fox (dos primeras en Netflix), cuenta con una ruta completa para descubrir Escocia, tanto que en la página visitscotland.com lo destaca. Empezando desde el Castillo de Doune, que es el escenario principal de la temporada 1 por ser el castillo Leoch del Clan McKenzie (que se puede visitar por dentro). Luego pasando por el Midhope Castle que es Lallybroch, el hogar de la familia de Jamie Fraser; Blackness Castle, el Palacio de Linlightow, Inverness, Falkland donde se rodaron las primeras escenas, Culloden donde tiene lugar la batalla de Jacobitas contra Ingleses, y las Highlands con sus imponentes montañas que merece un tour aparte.
El castillo del clan McKenzie de Outlander, es el Castillo Doune en Escocia.
Vikings
La mayoría de las filmaciones se han realizado en Wicklow, al sur de Dublín, Irlanda. La tierra nórdica de los vikingos tiene unas maravillosas vistas de Irlanda que podés recorrer en: Lough Tay, un pequeño lago entre las montañas Djouce y Luggala; Luggala Estate, donde a veces se agrega nieve a las imágenes para darle el toque escandinavo; los lagos Lough Dan y Blessington que se usaron para las escenas a bordo de los drakkar (barcos vikingos), la cascada Powerscourt de 121 metros de altura, una de las atracciones más famosas; el valle de Glendalough y el sendero Wicklow Way.

Dejanos tu comentario