Estudió diseño industrial, se especializó en materia mobiliaria en Buenos Aires y volvió a su tierra natal para dar rienda suelta a sus creaciones a base de madera nacional. Los moldes no llegan solos, él los busca.
Por: Micaela Cattáneo
Fotos: Fernando Riveros y Florencia Guggiari
En el diseño industrial de hoy, la creación de objetos está definida a partir de dos premisas: satisfacer la necesidad del usuario y pensar de qué manera el producto fabricado puede reciclarse una vez cumplida su vida útil. "Es interesante reemplazar la madera por el plástico, ya que cuando ésta se desecha o se rompe es biodegradable; mientras que el plástico no", reflexiona Melgarejo sobre el material que elige para sus trabajos.
Helce (31) es diseñador industrial. En el 2015 inició una especialización en Diseño Mobiliario en la UBA (Universidad de Buenos Aires), oportunidad que le permitió aprender de diseñadores latinoamericanos referentes en el rubro, entre ellos el conocido arquitecto argentino Ricardo Blanco. En su estadía por la ciudad de la furia pudo materializar las ideas que, desde un viaje a Europa en el 2013, venían rondando en su cabeza.
Así nació Forma, un lugar de experimentación en donde se combinan diseño, arte y artesanía. "Me valgo de herramientas tecnológicas para hacer los cortes, pero el objeto en sí lo diseño y lo termino a mano", cuenta el emprendedor.
La creación
El primer experimento fueron las carcasas para celular, en su taller de Buenos Aires. En ese momento, utilizó madera importada de China y selló los detalles en carpinterías de la zona, que a diferencia de las que hay en Paraguay, sí cuentan con aparatos básicos de fabricación. "La idea también es poder traer al país una carpintería innovadora, con máquinas de corte láser, con más tecnología, porque lo que sucede con los carpinteros de acá es que ya no quieren hacer detalles raros en el diseño", comenta.
Con este objeto empezó a implementar una de las técnicas de fabricación que desarrolló en su especialización: la marquetería. Esta es conocida por aplicar cortes o retazos de madera a una superficie para, justamente, crear una forma nueva. "En el siglo XV se fabricaban muebles de madera natural que venían en diferentes tonalidades, las cuales generaban el diseño. Uso la misma técnica pero elaborando elementos contemporáneos", explica.
Pero a la hora de pensar en un producto, sus gustos personales también lo inspiran. Las cajitas musicales con temas de The Beatles o Led Zeppelin son un ejemplo de ello. "Si bien tenía pensado este objeto por todo el valor sentimental que representa, también lo que se ve es parte de lo que me apasiona: la música, el diseño geométrico, la tecnología, etc.", analiza.
La esencia de este producto está en su fabricación, pensada en un diseño especial de los años '90. "En esa época todo era simple, sin muchos ornamentos; se usaba mucho la madera y el acrílico. El minimalismo de esa época fue una respuesta a lo exagerado y colorido de los '80", recuerda.
Helce es un admirador de los diseños con terminación simple, pero de procesos largos y difíciles. "Me gusta pensar en cómo se tiene que hacer", analiza. En septiembre lanza su próxima idea de laboratorio: los lentes de sol y de lectura hechos de madera nacional. "Si bien el anteojo no es un invento de mi autoría, sí es un objeto al que trato de darle una identidad propia", continúa.
En su vuelta por Paraguay, pudo potenciar el hecho de pensar un objeto a partir de su materialidad. "Uso cedro, guatambú, trébol y paraíso. Opté por la madera porque me dí cuenta que es la materia prima de la región. Y es madera reforestada, que también es madera de desperdicio. Es una forma de concienciar sobre la importancia de los objetos sostenibles", agrega.
Sobre el punto, señala que la madera en general posee un diseño propio; ya que el veteado -característica o textura que altera su uniformidad- es distinto en cada pieza, aun así pertenezca al mismo árbol. "La naturaleza nos regala ese diseño, por eso nunca vas a tener un objeto igual a otro; además del toque humano que también lo hace único", señala Melgarejo.
Un espacio para la investigación
"En Paraguay hace falta un proyecto que promueva la investigación en el diseño industrial. Sólo llegando a conclusiones se pueden crear objetos que lleven el sello producción nacional", propone y lo explica con un ejemplo: "Con las cajitas musicales estoy hace tres semanas en un proceso de búsqueda y pruebas. Y es una inversión de dinero en investigación, porque no estoy produciendo otra cosa más que eso".
El origami -arte que consiste en el plegado de papel para obtener figuras sin usar tijeras- también le permitió perfeccionar el estilo de sus diseños, y fue la técnica que aplicó en su tesis para inventar una silla práctica móvil a base de madera y cuero. "Lo que hice fue plegar un papel hasta encontrar la forma de una silla".
En octubre participará del primer Mini Maker Faire -la mayor feria de hacedores (nombre que reciben los emprendedores del rubro en Estados Unidos) en el mundo- en Asunción, donde podrá mostrar sus diseños y generar un espacio de debate con otros inventores acerca de las tendencias creativas; además de un análisis para entender hacia dónde está yendo el diseño industrial local.
"Paraguay tiene muchas oportunidades para crecer en el diseño industrial, porque hay todo por hacer; ya que casi todos los objetos son importados. Al crear un producto, estás fomentando una línea de producción que genera mano de obra y eso a la vez fomenta el crecimiento de una industria nacional. Creo que el secreto está en tomar riesgos y buscar nichos en el mercado", finaliza, rodeado de todas sus formas que alguna vez fueron ideas.