Por: Nora Vega
Oficialmente denominado Gran Ducado de Luxemburgo, es un pequeño país de Europa Central que forma parte de la Unión Europea. A pesar de no ser tan grande, está lleno de hermosas opciones turísticas, descubrílas.
Este país se asemeja al nuestro porque no posee salida al mar, sin embargo, aquí se hablan tres lenguas oficiales: alemán, francés y luxemburgués. Se encuentra situado en el norte de Europa y rodeado por Bélgica al Oeste, Francia al Sur y Alemania al Este. Su sistema político se basa en la monarquía parlamentaria y su moneda oficial es el euro. Es un destino pluricultural al haber recibido influencia de la cultura romana y germánica.
Algunos de los lugares que deben formar parte del tour incluyen: Bock Casemates, Pétrusse Casemates, modelos a escala pero en miniatura de los fuertes en el Rathskeller, restos del castillo de Luxemburgo, el palacio del Gran Ducal, el Museo Nacional de Historia y Arte (arqueología, historia y pinturas). También el Museo Nacional de Historia Natural, el Museo de la Historia de la ciudad de Luxemburgo y la Iglesia de St. Michael.
Viajar al noreste puede ser una buena opción, ya que en Vianden se encuentra el Castillo de Vianden, una gema del siglo XI. Podés seguir el recorrido por el pueblo medieval de la ciudad, las iglesias góticas, las pintorescas calles y las torres fortificadas. En esta localidad se alojó Víctor Hugo, uno de los grandes exponentes de la literatura universal. Su casa es un museo desde 1935 y se puede encontrar sus trabajos originales, documentos y muebles. Además, afuera del museo está el famoso busto de Rodin del escultor francés.
LA CIUDAD DE LUXEMBURGO
La capital de Luxemburgo lleva el mismo nombre, data del año 963 y es una de las ciudades europeas con más vida cultural. Es un lugar cálido, cargado de historia, arte y buena gastronomía. Además, está repleta de rincones inolvidables.
En sus calles se pueden apreciar impresionantes construcciones que han sido preservadas a lo largo del tiempo y que jugaron un papel importante en la historia europea. Cuenta con un casco histórico muy bien conservado, así como murallas y fortificaciones únicas en Europa, que son parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1994.
Los recorridos como el Circuito Vauban, la Ruta Wenzel o los itinerarios de historia pueden ser una interesante guía para conocer el casco antiguo. Además cuentan con una perfecta información histórica en diferentes idiomas, así como fotografías de época.
La mejor manera para descubrir y disfrutar de la bella Luxemburgo es a pie, a pesar de los imponentes desniveles, pero el pequeño tamaño y los diferentes ascensores que se encuentran a lo largo de los puntos estratégicos facilitan la movilidad de los viajeros que la visitan.
También es conocida como la “ciudad de puentes”. En Luxemburgo, los ríos Alzette y Petrusse forman sendos valles, y han hecho necesaria la construcción de una serie de puentes y viaductos que dan un toque acogedor al lugar. Además, en las calles peatonales sobresalen bellos edificios que parecen sacados de cuentos de princesas. ¡Una verdadera postal!
GASTRONOMÍA
La ciudad de Luxemburgo es tan pequeña pero sorprendente, porque en cada calle se encuentran más de 10 diferentes restaurantes y bares. Al ser un país ubicado en el centro de Europa, cuenta con la influencia de diversas culturas como: la celta, española, alemana, romana, italiana e inglesa. Pero hay que tener en cuenta que como está entre los países más ricos del planeta, los locales gastronómicos están a la altura de esta consideración.
Además de lujosos restaurantes, en la ciudad hay una inmensa cantidad de tradicionales bares y cervecerías ingleses. El plato nacional es el pescuezo de cerdo con habas de la huerta. En Oesling, elaboran un jamón ahumado con fuego de leña de haya o de roble. El judd mat gaardebounen, cuello de cerdo con frijoles, acompañado con papas es otra especialidad.
También el tierteg, puré de papas con chucrut, es uno de los platos de papas más famosos. No dejes de probar el bacalao seco elaborado con aceite de oliva y ajo. Para acompañar las comidas, lo mejor es elegir los vinos de la ciudad, ya que dispone con una industria vitivinícola de mucha trayectoria.
LUGARES IMPERDIBLES
El puente de Adolfo: llamado en honor del duque Adolfo de Luxemburgo. El puente es el símbolo nacional del Gran Ducado de Luxemburgo. En el momento de su inauguración en el año 1903, fue el puente de piedra más grande del mundo.
El Palacio de los Grandes Duques: la actual residencia de la familia real de este país, con un imponente estilo renacentista español, se ha convertido en una de las máximas atracciones. Se puede visitar de forma guiada con un horario restringido.
El valle del Moselle: se encuentra sobre el Río Mosela y forma la frontera con Alemania, es famosa y conocida por la calidad de sus vinos. Viajando se pueden ver los viñedos que cuentan con variedades de vino blanco seco como Rivaner, Auxerrois, Riesling y Pinot gris.
El barrio de Grund: situado justo a orillas del río Alzette, enamora a todo aquel que la visita. Allí se encuentra uno de los rincones más fotografiados de toda la ciudad.
La Catedral de Luxemburgo: llamada la Catedral de Notre Dame (Nuestra Señora) es del siglo XVII y de estilo gótico tardío. Está situada muy cerca del centro y lo mejor de todo es que la entrada es gratuita.
La Filarmónica de Luxemburgo: ofrece un gran número de conciertos, las visitas guiadas son gratuitas y se realizan los fines de semana.
El paseo de Wenzel: este sendero permite descubrir los puntos de interés histórico más importantes de la localidad en tan solo dos horas. El recorrido tiene forma circular y se caracteriza por ser muy divertido.
El Casino Luxembourg: a pesar del nombre no es una casa de juego, es un foro del arte moderno. Durante todo el año aquí se exponen diversas colecciones. Si amás el arte, este lugar es para vos.