Agosto es el Mes del niño, por eso pensamos en una nota dedicada a cómo viajar con los más pequeños sin tener que escuchar todo el camino "¿cuánto falta?". Si estás pensando en ir de vacaciones con toda la familia, este artículo es para vos.

Por: Nora Vega

Los viajes en auto a veces son muy pesados para los niños, sobre todo si son muy largos. Aquí algunos consejos para evitar que se cansen y que no paren de preguntar cuándo llegaremos al destino o empiecen a pelearse entre ellos. Para impedir que llegue el aburrimiento es preciso ser lo más ingeniosos posible a la hora de entretenerlos.

La música es un elemento indispensable: prepará una selección con las canciones que más les gusten a tus chicos e intercalá con alguna nueva para que puedan ir cantando y aprendiendo. ¡Van a pasar miles de kilómetros sin darse cuenta!

Cómodo y barato: acordate de llevar algunas hojas y pinceles para pintar. Colorear un dibujo en un cuaderno puede mantener a los niños ocupados durante por lo menos media hora y también es el elemento perfecto para las paradas.

Un clásico que no falla: jugar veo-veo es superentretenido. Consiste en decir la primera letra del objeto que el jugador esté viendo en ese momento. El resto de los jugadores deben adivinar la palabra, se pueden dar pistas si se permite, y el ganador es el jugador que consigue adivinar la palabra.

El arte de contar: consiste en establecer un parámetro para contar autos por colores, por marcas o por modelos, por ejemplo. También se puede jugar a contar cualquier otro elemento del paisaje.

Usar la imaginación: otra idea genial es inventar cuentos en grupo. Cada uno de los miembros de la familia inventa una parte y continua con otra persona. Esto va a transportar la mente de todos durante el viaje.

Esto sí que suele ser complicado (dependiendo de cada caso), no solo para el niño o la familia, sino para el resto de los pasajeros. Es por eso que conviene tener en cuenta ciertas ideas para convertir el viaje en avión en una experiencia divertida y agradable para todos.

Llevar la mochila mágica: para que los niños se sientan auténticos viajeros, deben llevar su propio equipaje. Esto consiste en una pequeña mochila que tenga sus más preciados tesoros.

Dibujar en las alturas: es conveniente ir preparado desde la casa y llevar para el viaje una cuaderno en blanco y una cartuchera con lápices de colores. También se pueden imprimir algunos de sus dibujos preferidos para que los pueda pintar durante el trayecto.

Al mejor estilo Mary Poppins: llevá juguetes sorpresa, es decir, aquellos que ellos no saben que vas a llevar. Cuando estén aburridos es el momento ideal para sacar esa plastilina que tanto le gusta o su libro de cuentos preferido. Tip: esto puede estar envuelto como regalo así los sorprendés aún más.

Consejo a la hora de elegir el vuelo: intentar cuadrar los horarios de las comidas de los pequeños con el vuelo lo máximo posible. Además, si coincide con las horas de sueño, mucho mejor, así vas a ahorrar unas cuantas horas.

Orlando

Es un clásico para chicos que disfrutan también los grandes. Aquí se pueden visitar múltiples parques y atracciones. Eso sí, hay que tener en cuenta que es un destino recomendable para niños a partir de los 5 años aproximadamente, para que puedan aprovechar al máximo de los parques temáticos como SeaWorld, Universal Studios, Legoland y Disney World.

Cancún

En la costa caribeña de México se divierte toda la familia; desde aquellas que viajan con niños de todas las edades, hasta aquellos que van con los abuelos y tíos. Casi todos los hoteles ofrecen el servicio all inclusive (todo incluido), con lo que te salvás de estar comprando comida a cada rato. Además, tienen actividades para todo tipo de personas. Todo eso con el plus de poder disfrutar de las paradisíacas playas turquesas que rodea la zona.

Brasil

Este destino también cuenta con varios hoteles de modalidad all inclusive, ideales para la familia y en donde realizan actividades especialmente dirigidas a los más chicos. Entre las ciudades destacadas se encuentran: Porto de Galinhas en Pernambuco, un verdadero oasis; Belém es una ciudad interesante; Camboriú es un lugar divertido para todos; Fortaleza para vacaciones únicas; Buzios se destaca por ser tranquilo y sofisticado; entre otros.

Paradas para relajarse: ya sea para cargar combustible, estirar las piernas o comprar algo para comer, esto viene bien para romper la rutina del viaje. Además, puede ser el momento de dar un premio a todos por haberse portado bien.

Hay que evitar las jornadas largas: es ideal disfrutar de un ritmo relajado, con pausas más largas para que los niños tengan tiempo de comer y descansar. Siempre a la hora en la que están acostumbrados. Hay que evadir las agendas llenas de visitas, museos, las comidas compuestas por algo rápido y el querer exprimir el viaje a tope.

Viajar en tren puede ser una idea genial: no hay nada más agradable para los niños que un viaje en tren. Si el trayecto es muy largo, se puede utilizar un coche-cama para dormir. A los niños les encanta porque pueden disfrutar de los paisajes que van recorriendo durante el trayecto.

Siempre es mejor la anticipación: son muchas las familias que viajan hoy en día por lo que los hoteles con actividades especiales para niños no tardan en reservarse. Por eso, cuanto antes reserves el pasaje, más disponibilidad tenés de encontrar alojamientos y servicios especiales para disfrutar con los más pequeños.