Con sus tanques de la era soviética y sus trincheras, la guerra en Ucrania parece suceder en otro siglo, pero aporta, según expertos, sus lecciones para futuras contiendas bélicas. Y es que necesita gran cantidad de armas, alta tecnología y el uso de inteligencia artificial.

En el campo de batalla, es importante detectar los blancos y alcanzarlos rápidamente. La novedad es la “fusión de sensores” (o “sensor fusion”) que permite, combinando diferentes fuentes, obtener una imagen precisa del terreno, señala Stephen Biddle, experto en temas de defensa de la Universidad de Columbia.

En Ucrania, la empresa estadounidense Palantir ha dotado a Kiev de sus herramientas de inteligencia artificial para conocer, en tiempo real, los movimientos de las tropas rusas, sus posiciones y posibles objetivos. Según el director de Palantir, Alex Karp, estas “armas de guerra” novedosas que brindan a sus usuarios una ventaja táctica sobre sus oponentes.

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Armas autónomas

La guerra de drones comenzó en Ucrania, donde los rusos y los ucranianos tienen, en términos generales, las mismas capacidades. Los ejércitos de todo el mundo compiten para dotarse de ellos y piensan en la próxima fase: drones autónomos de última generación, programados para atacar sin intervención humana.

Esto hace temer que estos “robots asesinos” se usen sin supervisión de líderes militares o políticos. Los ucranianos disponen de drones Switchblade de fabricación estadounidense con capacidad de “reconocimiento de objetos” para elegir los blancos. Kiev asegura además que está concibiendo sus propios drones completamente autónomos.

El código abierto

Con la guerra en Ucrania, recuperar información disponible en internet o inteligencia de código abierto (OSINT) se ha vuelto crucial. Cualquiera puede entrar en grupos de Telegram, fotos satelitales, mapas, grupos de discusión en línea y videos de TikTok para obtener información que ayude tanto a geolocalizar objetivos potenciales como a tomar decisiones políticas.

Muchos soldados rusos han pagado con su vida el uso de los teléfonos móviles en Ucrania. Candace Rondeaux, del centro de estudios New America, recuerda que el código abierto ya bullía de información durante los preparativos para la invasión rusa de Ucrania, lanzada el 24 de febrero. “Parte del trabajo es ir literalmente a las plataformas de redes sociales”, asegura.

La defensa aérea

Pese al dinero invertido en aviones furtivos o bombarderos, lo que ha sorprendido a muchos observadores es el papel relativamente limitado de los aviones en la guerra. Se debe a la defensa aérea, es decir, la capacidad de disparar misiles tierra-aire y así dominar el espacio aéreo.

Es una vieja lección, recuerda Stephen Biddle. “Es muy difícil ganar una ofensiva contra una defensa bien preparada”. Lo que Ucrania ha demostrado es que los países necesitan muchas baterías de defensa aérea. Un desafío considerable, puesto que una batería Patriot, de fabricación estadounidense, cuesta más de 1.000 millones de dólares.

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Armes y más armas

Una de las principales lecciones de la guerra en Ucrania es el papel fundamental de los arsenales de municiones y armas, lo cual exige tener muchas existencias y asegurar el abastecimiento. Ucrania carece de todo ello, desde las municiones más simples hasta las más sofisticadas. Esto explica el esfuerzo que están realizando sus aliados para satisfacer la demanda.

Becca Wasser, del Center for a New American Security, afirma que en un reciente simulacro de invasión china de Taiwán quedó patente el “desafío colosal” del reabastecimiento, especialmente de misiles de precisión. Al igual que en Ucrania, dijo, “no podemos limitarnos a suponer que un conflicto entre Estados Unidos y China por Taiwán sería rápido”. Candace Rondeaux considera que Estados Unidos debe compartir tecnología y ayudar a sus aliados dentro de la OTAN a coordinar la producción de armamento.

Descentralización

Según Stephen Biddle, el mando militar descentralizado en Ucrania ha demostrado ser eficaz contra los rusos sobre el terreno. “Un comando rígido y centralizado al estilo ruso es una mala idea desde hace mucho tiempo”, dijo. El problema es que muchos aliados de la OTAN todavía están muy centralizados y es “muy difícil de cambiar”, opina.

Según Becca Wasser, Ucrania modernizó el ejército después de que los rusos invadieran Crimea en 2014 y el ejército taiwanés tendrá que hacer lo propio ahora. Otro elemento esencial: la motivación de las tropas. Citando el ejemplo de Ucrania, Stephen Biddle cree que “la motivación para ir a luchar es un factor esencial”. “El tema de si los militares taiwaneses estarían tan motivados como los ucranianos será muy importante”, concluye.

Fuente: AFP.

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