Un día después del deceso del surfista brasileño Marcio Freire, la primera víctima de las célebres olas enormes de Nazaré, un silencio sepulcral se abatía el viernes sobre esta aldea de pescadores del centro de Portugal.
Alrededor del faro colgado a un promontorio rocoso de la Praia do Norte, todo parecía tranquilo, incluso el océano que parecía haberse vestido de luto. Las olas de algunos metros de alto que se vislumbraban el viernes sobre la playa quedaban lejos de las inmensas paredes de agua que cada invierno rompen en este lugar excepcional para el surf.
El lugar está desierto, sin los habituales surfistas y centenares de curiosos que acuden a ver sus hazañas en esta playa descubierta para este deporte por el estadounidense Garett McNamara a principios de los años 2010. Allí el alemán Sebastian Steudtner domó la ola más alta jamás surfeada, de 86 pies (26,2 metros) el 29 de octubre de 2020.
Pero también allí falleció el jueves la leyenda brasileña Marcio Freire, un veterano cazador de olas que, a sus 47 años, se convirtió en la primera víctima fatal del “cañón de Nazaré”. Esta falla en el fondo del mar de 170 kilómetros de largo y 5 km de profundidad hace que la fuerza del mar se propulse a la superficie al llegar a la costa y genere unas olas de enormes proporciones.
“Mad Dog”
Las condiciones del mar el jueves no parecían ser amenazantes para este especialista con más de 20 años de experiencia, apodado “Mad Dog” (perro loco) junto a otros dos cazadores de olas brasileños que protagonizaron un documental con este nombre. Su estatura en este deporte quedó patente con los numerosos homenajes de otros surfistas profesionales que lo veían como un modelo.
“Por la tarde, las olas no superaban los cinco metros. No son condiciones difíciles para la práctica del surf aquí, que en los días de gran oleaje se llega a los 15 y 20 metros”, dijo a la AFP el comandante de la policía marítima de Nazaré, Mario Lopes de Figueiredo, encargado de las labores de rescate en la zona.
“El surfista cayó y quedó sumergido por la ola. Después recibió dos o tres olas detrás y seguramente no tuvo tiempo de reaccionar o se encontraba inconsciente por el impacto de la primera. Se tendrán que dilucidar las circunstancias” del drama, explicó el comandante, subrayando que “la respuesta de los socorristas fue rápida y adecuada”.
Conocido por su ancestral práctica de la pesca, la historia de Nazaré es también de naufragios y de viudas de marineros en las calles de la localidad.
“Todavía no nos damos cuenta”
Entre la comunidad de surfistas de grandes olas de Nazaré, la consigna parece ser no hablar con medios. Lo mismo se aplica a los responsables de la alcaldía del pueblo, que ha contribuido a promover la Praia do Norte como meca internacional de este deporte.
Miembro del equipo de Freire, los llamados “Jagua Boys”, el cineasta brasileño Bred Oliveira grabó la última ola de su amigo, pensando que estaba guardando registro de un simple entrenamiento. “Todavía no nos damos cuenta. Nadie sabe exactamente cómo pasó. Grababa y, de repente, escuché las sirenas de emergencia”, explica a la AFP.
“El mundo del surf XXL está de luto. Muchos surfistas están conmocionados”, continúa este hombre de 35 años, con una barba finamente recortada. Oliveira confía en que se extraigan lecciones del accidente para “reforzar la seguridad” en Nazaré. El domingo se prevé un homenaje a Marcio Freire en el lugar, que puede coincidir con la llegada de una ola importante.