Por Juan Carlos Dos Santos Twitter: @Juancads
El 31 de agosto de 1960 en una aldea llamada al-Bazouriyeh, en el sur del Líbano, en las afueras de la ciudad de Tiro, nace Hassan Nasrallah, el mayor de ocho hermanos, todos hijos de Abdel-Karim Nasrallah, un humilde vendedor de verduras, quien luego se trasladó con su familia a Beirut, capital del Líbano.
Hassan, es el líder político y religioso más reconocido del Hezbolá (Partido de Dios, en árabe), grupo terrorista global, según la calificación otorgada por Estados Unidos, la Unión Europea, así como otros países, entre ellos Argentina, Israel y Paraguay.
Una biografía del líder del más importante grupo terrorista que opera en el Medio Oriente y en varios lugares del mundo, entre ellos la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, relata que el joven Hassan pasó su infancia leyendo el Corán y realizando estudios de otros textos religiosos islámicos.
A temprana edad
Apenas tenía 9 años cuando se convirtió en observante de Islam en su corriente chiita, algo frecuente en el Líbano y en Irán. Nasrallah fue influenciado a una edad temprana por las enseñanzas del activista y clérigo pro-Wilayat al-Faqih, Sayyid Hussein Fadlallah. Comenzó a asistir a los sermones de Fadhlallah cuando era niño, incluso antes de cumplir los diez años.
En 1978, Nasrallah se casó con Fatima Mustafa Yassine, oriunda de la aldea de al-Abbassiyeh, en el sur del Líbano. Juntos tuvieron cinco hijos: Mohammad Hadi (muerto por la Fuerza de Defensa de Israel en 1997), Mohammad Jawad, Zeinab, Mohammad Ali y Mohammad Mahdi.
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A principios de los años 80, demostró ser un hábil guerrillero y comandante, ascendiendo rápidamente en las filas del partido. En 1987 retomó sus estudios religiosos, viajando a la ciudad iraní de Qom. En 1989, regresó nuevamente al Líbano, cuando estaba surgiendo una grieta dentro del liderazgo de Hezbolá sobre la alianza con Siria, a la que se oponía. Regresó a Teherán para servir como representante de Hezbolá allí.
Se convirtió en líder del Hezbolá en 1992, con el cargo de secretario general, cargo que ocupa hasta la fecha y es el rostro visible del grupo terrorista aunque viva escondido desde hace tiempo en sendos bunkers subterráneos, entre los cuales se va moviendo para evitar ser literalmente cazado por las fuerzas israelíes.
Líder de la muerte y la destrucción
Y es que Hassan Nasrallah es líder y responsable de una organización terrorista que ha sembrado muerte y destrucción en nombre de una causa a la que no le importan los daños ni las víctimas colaterales, motivo que lo ha llevado a vivir oculto, temiendo correr la misma suerte que el general iraní Qassam Soleimani, muerto en un ataque con drones de Estados Unidos a comienzo del 2020 en Irak, donde comandaba fuerzas de iraníes y del Hebollah.
Al Hezbolá se lo vincula con los atentados sufridos por la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992 y el explosión de la AMIA en la misma ciudad, en 1993. Hassan Nasrallah es el rostro del temor y del terror de un grupo que se muestra como político y como un ala militar a veces pero de ninguna manera puede separar lo segundo del primero y actúan de manera independiente a las fuerzas armadas del Líbano y ejercen gran influencia en el gobierno, mientras controlan el sur del país.
Hezbolá es calificado como proxy de Irán, quien los financia, los entrena, los organiza y los utiliza en cuantos conflictos entre la Revolución Islámica de Irán desde 1979 y los ha dotado de al menos 200 mil misiles de corto y mediano alcance, listo para atacar a Israel, una posibilidad cierta pero que Nasrallah sabe que podría acabar no solo con el organización sino con el mismo gobierno teocrático iraní, fuente de poder del terrorismo islámico.
Grupo terrorista global
El grupo comandado por Nasrallah es considerado un grupo terrorista globalizado porque actúa y se financia desde varias partes del mundo, en general con fondos provenientes del crimen organizado y ha trascendido la rama chiíta para acercarse a grupos terroristas de la Franja de Gaza como Hamás y la Yihad Islámica Palestina, otro proxy iraní en la región.
A mediados del 2020 se rumoreó que había fallecido víctima del COVID-19 pero hábilmente Nasrallah lo desmintió en videos, temiendo una lucha de poder del grupo.
El grupo terrorista liderado por Hassan Nasrallah ha estado involucrado desde hace décadas en actos terroristas como secuestros de aviones, asesinatos selectivos, ataques a delegaciones diplomáticas de Israel y EEUU en Líbano y en otros países del mundo, explosión de autos cargados de explosivos.
Destrucción en Beirut
Uno de los últimos actos violentos importantes en el que se vincula a Hezbolá y a Hassan Nasrallah, ha sido la gigantesca explosión de un cargamento de fertilizantes, propiedad del grupo, ocurrida en el puerto de Beirut en el 2020, que dejó 200 víctimas fatales y una parte de la ciudad destruída.
Algunos ciudadanos de origen libanés, han sido acusados, capturados y extraditados a los Estados Unidos, por formar parte del crimen organizado que ayuda a financiar al terrorismo del Hezbolá.
Cualquier persona que estuviera vinculada a Nasrallah o al 3 puede ser acusada de apoyar actividades terroristas, ya sea con acciones o con el financiamiento a sus actividades.