La sugerencia del ministro ruso de Relaciones Exteriores de que Adolfo Hitler tenía sangre judía es apenas la más reciente versión de una teoría conspirativa que explota un vacío en la genealogía del dictador.
Los comentarios de Serguéi Lavrov, que generaron una disputa diplomática con Israel, revivieron los rumores sobre la identidad del abuelo paterno de Hitler. El incidente internacional se resolvió el 5 de mayo con la disculpa del presidente ruso Vladimir Putin dirigida al primer ministro israelí, Naftali Bennett.
El padre de Hitler, Alois, fue un hijo ilegítimo cuyo padre era desconocido, explicó a AFP el historiador austriaco Roman Sandgruber. Sandgruber, quien el año pasado publicó la primera biografía de Alois Hitler, explicó que los rumores comenzaron a circular en los años de 1920, cuando Adolfo Hitler comenzó su ascenso al poder.
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La teoría fue impulsada por sus rivales políticos cuando el líder nazi tomó control de Alemania en 1933. Después de la Segunda Guerra Mundial, las memorias del criminal de guerra nazi Hans Frank, quien gobernó Polonia ocupada durante la guerra, revivieron las versiones.
En sus memorias, publicadas después de su ejecución en 1946 por crímenes de guerra, Frank dijo que investigó en secreto los ancestros de Hitler a solicitud del propio líder nazi, quien dijo que estaba siendo chantajeado por un sobrino. Frank dice haber descubierto que, en ese momento, la abuela de Hitler, Maria Anna Schicklgruber, trabajaba como cocinera de una familia judía de apellido Frankenberger, en la ciudad austriaca de Graz.
Su empleador le pagó el sustento de su hijo Alois hasta que alcanzó la edad de 14 años, según Frank, quien aclaró que, de acuerdo con Hitler, su abuela y su futuro esposo dejaron que el judío pensara que era el padre del niño para sacarle dinero. Pero los historiadores se mantienen escépticos. No hay evidencia sólida para respaldar la versión de Frank, según Sandgruber. Un problema es que, en ese tiempo, los judíos no tenían derecho de vivir en Graz, agregó.
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¿Entonces quién era el abuelo de Hitler? “Esta es una pregunta sin respuesta”, escribió el historiador Ofer Aderet en el diario israelí Haaretz. Señaló que algunos citaban la versión del origen judío de Hitler para justificar su derrota en la guerra, otros dicen que la vergüenza de ese pasado lo llevó a perseguir a los judíos.
“La conclusión es que no hay pruebas históricas de nada de esto”, según Aderet. El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, condenó el lunes las declaraciones de Lavrov, señalando que son “imperdonables e indignantes”. Israel convocó al embajador ruso para que explique lo dicho por Lavrov.
Putin se disculpó
El presidente ruso, Vladimir Putin, se disculpó este pasado 5 de mayo ante el primer ministro israelí, Naftali Bennett, por declaraciones de su canciller, quien dijo que Adolf Hitler tenía “sangre judía”, informó el gobierno de Israel.
“El primer ministro aceptó las disculpas del presidente Putin por los comentarios de [Serguéi] Lavrov y le agradeció haber aclarado su postura sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”, señaló el comunicado israelí.
Lavrov afirmó el domingo pasado que el hecho de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, fuera de origen judío no le impedía dirigir un régimen “neonazi”, como lo define Rusia, que usó ese argumento para invadir Ucrania en febrero.
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“Puedo equivocarme, pero Hitler también tenía sangre judía”, dijo el jefe de la diplomacia rusa. Las declaraciones de Lavrov, que remiten a rumores desmentidos regularmente por los historiadores, provocó indignación en Israel.
Israel, que desde el inicio del conflicto trata de mantener un delicado equilibrio entre Kiev y Moscú, convocó al día siguiente al embajador ruso para exigirle “esclarecimientos”. “Los comentarios del ministro Lavrov son escandalosos, imperdonables y un horrible error histórico”, afirmó el lunes el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yair Lapid.
Bennett también denunció las “mentiras” de Lavrov y declaró: “El uso del Holocausto del pueblo judío como una herramienta política debe cesar inmediatamente”. Las declaraciones del ministro ruso también fueron condenadas por Alemania, Estados Unidos y Ucrania. Ucrania consideró insuficientes las disculpas de Putin.
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“Insisto en el hecho de que el antisemitismo existe desde hace mucho tiempo en la élite rusa”, dijo el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, para quien Lavrov debería personalmente “presentar sus disculpas públicas ante los judíos de todo el mundo”.
Rusia multiplicó las críticas contra Israel incluso después de las declaraciones de Lavrov, agravando la polémica. El martes, la diplomacia rusa reiteró los comentarios de Lavrov y acusó a Israel de “apoyar al régimen neonazi de Kiev”. Y señaló que “la historia, desgraciadamente, conoce ejemplos trágicos de cooperación entre judíos y nazis”.
La portavoz de la cancillería rusa afirmó que “mercenarios israelíes” luchan en Ucrania junto al batallón Azov, un regimiento fundado por militantes de ultraderecha antes de ser integrado en las fuerzas regulares de Ucrania. En la conversación, Putin y Bennett evocaron la importancia del 9 de mayo, cuando Rusia celebra la victoria sobre el nazismo, y que permite “honrar la memoria de todas las víctimas” de la Segunda Guerra Mundial, “incluyendo las víctimas del Holocausto”, según el comunicado israelí.
Fuente: AFP.