El gobierno británico presentó el miércoles pasado su nueva estrategia para combatir el acoso callejero y la violencia contra las mujeres, impulsada por el asesinato de la londinense Sarah Everard, unas medidas calificadas de “muy decepcionantes” por las asociaciones.

Esta nueva estrategia, elaborada tras una consulta que recogió 180.000 testimonios, incluye la creación de una nueva dirección nacional de policía para mejorar los tiempos de respuesta ante estos delitos.

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“Todos los días se producen crímenes como violaciones, mutilaciones genitales femeninas, acoso y delitos en línea” como el “revenge porn” (la publicación en las redes sociales por una pareja actual o anterior de imágenes sexuales) o el hecho de tomar una foto bajo las faldas de las mujeres (“upskirting”), subrayó la ministra del Interior, Priti Patel, en la introducción del documento.

“Estos delitos son aún demasiado frecuentes y existen aún demasiados ejemplos de víctimas y supervivientes que abandonamos”, agregó. La reforma llega tras el asesinato por parte de un policía de la londinense Everard, cuya desaparición a principios de marzo cuando volvía a pie a casa de noche conmocionó al Reino Unido y reavivó el debate sobre la seguridad de las mujeres en los espacios públicos.

“La seguridad de las mujeres y las chicas de todo el país, estén donde estén, es una prioridad absoluta para mí”, declaró Patel al diario The Times. A mediados de junio, el gobierno de Boris Johnson tuvo que pedir disculpas por haber “fallado” durante años a miles de víctimas de violación, después de que la fiscalía informase de un drástico descenso en el número de condenas a agresores sexuales y violadores, pese a que las denuncias casi se duplicaron desde 2015-2016.

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La nueva estrategia incluye la creación de una línea de ayuda para delitos sexuales las 24 horas del día y la criminalización de las pruebas de virginidad, una práctica considerada “medieval”. Patel dio a entender que el acoso callejero, como por ejemplo silbar a una mujer, podría acabar convirtiéndose en un delito específico, pero que el gobierno está trabajando actualmente para que las leyes existentes “funcionen en la práctica”.

Sin embargo, “seguiremos estudiando las lagunas en la legislación y cómo podría abordarse un delito de acoso sexual”, añadió. Para Rose Caldwell, directora de la organización Plan International UK, esto último resulta “muy decepcionante”.

“Sin una nueva ley, millones de mujeres quedarán desprotegidas”, afirmó, e instó “al gobierno a cumplir su promesa de revisar las lagunas de la legislación”. La oposición laborista acusó por su parte al ejecutivo conservador de “arrastrar los pies” y le pidió que “actúe en lugar de limitarse a hablar”.

Fuente: AFP.

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