Fue hace 50 años, pero Zhang Xielin aún recuerda cómo si fuese hoy el momento en el que un jugador estadounidense de tenis de mesa (ping-pong), con el pelo desgreñado, subió al autobús del equipo chino, un encuentro casual que cambiaría el curso de la historia.
Se disputaba el Mundial de la especialidad en Nagoya (Japón) y Glenn Cowan subió por error al autobús de Zhang y el resto de la delegación china, en un momento en el que Estados Unidos y el gigante asiático estaban profundamente enfrentados.
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“Estábamos en al autobús, hablando y riendo”, recuerda Zhang, de 80 años, a la AFP. “Y cuando nos dimos cuenta, ese norteamericano entró en el autobús. Nos quedamos en silencio”. El triple campeón del mundo Zhuang Zedong se dirigió hacia él y, para romper el hielo, le ofreció una prensa de seda bordada como recuerdo de China.
Los protagonistas de esta anécdota no lo sabían entonces, pero ese hecho propició que China y Estados Unidos comenzasen a normalizar sus relaciones, dando paso a lo que se conoció después como la “diplomacia del ping-pong”.
Zhang, campeón mundial en dobles y después seleccionador de su país, recuerda: “El señor Zhuang entendió que había una diferencia entre el pueblo norteamericano y el gobierno estadounidense, por lo que debíamos mostrarnos amables con los norteamericanos, así que tuvo la iniciativa de charlar con Glenn”.
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Los fotógrafos captaron la imagen de Zhuang y el joven Cowan (19 años) dándose la mano y riendo. “El diario llegó al día siguiente y parecía que China y Estados Unidos iban a entablar relaciones”, explica Zhang. Días más tarde, el 10 de abril de 1971, invitados para jugar unos partidos en China, el equipo estadounidense de tenis de mesa se convirtió en el primero de esa nacionalidad en pisar territorio chino en casi un cuarto de siglo.
El deshielo de las relaciones hizo que el presidente Richard Nixon visitara China en febrero de 1972 y el equipo chino de tenis de mesa devolvió la visita viajando a Estados Unidos. En 1979 se establecieron relaciones formales entre los dos países.
‘Compite pacíficamente’
Yao Zhenxu se enfrentó a Cowan, que falleció en 2004, en aquel histórico viaje de los estadounidenses a China y aún recuerda el marcador: le ganó 21-12 y 21-14 y el estadounidense le agradeció que se hubiese “tomado en serie el partido”. El equipo norteamericano era muy inferior al chino, porque lo que los anfitriones se dejaron ganar algunos puntos para fomentar un espíritu de concordia y amistad.
A sus 74 años actuales, Yao dice que solo fue a partir de ese momento cuando se percató que ese partido había sido histórico, “porque la diplomacia del ping-pong cambió el orden mundial y China y Estados Unidos comenzaron los intercambios amistosos”.
Yao acudió junto a Zhang en Shanghái al acto celebrado por las autoridades de la ciudad para marcar este hecho, con discursos y partidos de exhibición. No obstante, esta efeméride llega en un momento en el que las relaciones de ambos países se han deteriorado sobre todo por temas comerciales, por la situación de la minoría Uigur en China y la represión en Hong Kong.
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En un discurso grabado, el embajador chino en Washington, Cui Tiankai, acusó a algunos estadounidenses de tener “prejuicios ideológicos y pensamientos de suma cero”. No obstante, la prensa estatal china destacó en su mayoría esta efeméride, con la agencia Xinhua elogiando “el maravilloso legado” de la diplomacia del ping-pong.
Yao y Zhang esperan que aquel espíritu de 1971 sirva para mejorar las relaciones entre las dos principales economías del mundo. “Todo el mundo sabe que las relaciones entre China y Estados Unidos son un poco tensas actualmente”, dijo Yao. “Esperamos que podamos estar de acuerdo en el desacuerdo y mantener las relaciones amistosas”. “No temas la competencia, se puede competir pacíficamente”, concluyó.
Fuente: AFP.