El alto funcionario de Yacyreta aparece con varios “roles” en el Estado, que se extienden a la Conajzar.
El secretario ejecutivo del Comité de la Entidad Binacional Yacyreta, Raúl Silva resultó ser un super funcionario.
Además de su alto cargo en la Binacional y haber sido sindicado como el articulador de un esquema de seguridad paralela en el Gobierno el año pasado, en los últimos meses se conocieron otras intervenciones fuera de la institución del superfuncionario.
Silva junto con el imputado ex titular de la Dinac Édgar Melgarejo fueron los promotores de la fallida compra de G. 85 mil millones de insumos médicos para combatir el COVID-19, según lo confirmó el propio viceministro de Rectoría y Vigilancia del Ministerio de Salud, Julio Rolón quien en un intento de defender la intromisión alegó que la iniciativa de ambos fue con el afán de “querer ayudar al país”.
La “iniciativa” , en vez de una ayudar generó un perjuicio enorme para el país, principalmente por el pago de un anticipo todavía no recuperado y por los insumos defectuosos que firmas del clan Ferreira intentaron entregar.
Suficientes indicios saltaron de que Silva hizo de nexo entre los privilegiados proveedores y la institución convocante, gestionó el avión carguero y hasta le atribuyen aprietes a los funcionarios de Salud Pública involucrados en la fallida compra.
Bien desapercibido, Silva ocupa otro espacio de poder en el Estado. Es nada menos que representante del Ministerio del Interior ante la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar).
Silva fue designado como integrante de Conajzar mediante el decreto No. 681 del 20 de noviembre del 2018. Continúa en el Consejo, según confirmaron desde el Ministerio de Hacienda.
Cabe señalar que la Conajzar es la encargada de regular todos los juegos de azar y su aplicación. Entre sus principales funciones está la de definir las licitaciones para la explotación de sitios de juegos de suerte.
Anualmente, unos US$ 20 millones pasan por la caja del ente en concepto de canon, según fuentes oficiales.