Paraguay suspendió el proceso de revisión del Anexo C del tratado de Itaipú, hasta tanto Brasil dé explicaciones suficientes acerca del espionaje cibernético perpetrado por la Abin (Agencia Brasileña de Inteligencia) contra autoridades paraguayas, en busca de información confidencial sobre las estrategias para la tarifa de la binacional y el Anexo C.
Esto, luego de que el propio presidente Lula da Silva (tras la difusión de la información) confirmara que efectivamente existió un espionaje, al que, elegantemente llamó “acción de inteligencia”, pero cuya autoría atribuyó exclusivamente a su antecesor Jair Bolsonaro, al tiempo de lavarse las manos y asegurar que él ordenó detener el plan.
Evidenciada la vulnerabilidad en seguridad cibernética de Paraguay y, en medio de un ambiente de tensión e incertidumbre, el gobierno de Donald Trump buscaría aprovechar el momento para fortalecer sus alianzas con Paraguay a partir del caso Abin.
Esto lo publica la agencia brasileña UOL, en una columna firmada por Jamil Chade. Este medio fue el que se encargó de denunciar el ataque cibernético contra nuestro país, mediante la invasión de dispositivos informáticos de autoridades locales.
La información no es solamente una investigación periodística, sino una pesquisa de la Policía Federal, que, de hecho, interrogó a los funcionarios de la Abin que participaron de la operación ordenada por Bolsonaro y ejecutada por Lula, según la misma fuente.