La Itaipú Binacional salió al paso del cañoneo mediático constante a la licitación para la adquisición de pupitres escolares, que ha generado cuestionamientos sobre la compra anticipada de estos muebles por parte de una de las empresas postulantes.
Sobre el punto, Rodríguez Tornaco señaló que este tipo de compras anticipadas no es una práctica inusual en licitaciones de gran envergadura, como las que suele tener participación la Itaipú Binacional.
“Cuando llamamos a licitación para 600 patrulleras (…), varias marcas importaron los vehículos con meses de antelación. Alguna marca incluso trajo unidades apostando a que ganaría algún lote…”, señaló el asesor de Comunicación. Agregó que esa es una decisión que no le corresponde analizar a la entidad que realiza la licitación.
El funcionario recordó que situaciones similares ocurrieron en otras licitaciones, como la adquisición de maquinarias viales para las gobernaciones, que fueron entregadas por la administración actual del presidente Santiago Peña. Recordó que es normal que haya empresas que se abastecen o se surten de stock con antelación, pero no siempre resultaron adjudicadas, lo que demuestra que tales compras forman parte de la estrategia de cada firma.
Rodríguez Tornaco añadió que toda la documentación exigida en el proceso fue remitida a la Superintendencia de Compras y que el consorcio de industrias que no resultó adjudicado no presentó denuncias formales, salvo una observación sobre los metros cuadrados de los depósitos exigidos en el pliego.
La empresa adjudicada con la licitación, Kamamya SA, es una firma que registró la actividad de fabricación de muebles en diciembre de 2024, pese a contar con un Registro Industrial en Línea (Riel) con fecha de emisión en febrero de 2023. Este punto ha despertado suspicacias, pero desde Itaipú recalcan que no les corresponde evaluar la anticipación con la que las empresas toman sus decisiones de compra.
PROCESO COMPETITIVO
En cuanto a la licitación, el asesor de Comunicación de la Binacional sostuvo que fue un proceso transparente y competitivo. “El problema es que algunas ofertas no cumplían con los requisitos técnicos establecidos por el Ministerio de Educación y Ciencias”, señaló al Canal GEN. Además, mencionó que la competencia redujo el costo estimado en un 10 %, permitiendo adquirir más mobiliarios con el mismo presupuesto.
El director también lamentó las críticas de ciertos sectores de la industria, al indicar que este tipo de objeciones son recurrentes en procesos de licitación de gran envergadura. “Siempre hay empresas que no resultan adjudicadas y cuestionan los resultados”, destacó.