Los mensajes extraídos del celular del fallecido diputado Eulalio “Lalo” Gomes revelan una relación de colaboración estrecha y estratégica con la jueza de Pedro Juan Caballero, Carmen Silva. Las conversaciones entre el legislador, que murió en un operativo policial en agosto pasado, muestran cómo la magistrada le mantenía informado a Gomes sobre distintas actuaciones emanadas del Poder Judicial.
A través de sus comunicaciones, se evidencia cómo la jueza actuaba como un canal de información privilegiado para Gómez, facilitándole datos sensibles y operativos judiciales que podían ser utilizados para sus intereses políticos.
La emisora 1080 AM realizó una serie de publicaciones sobre esta relación entre legislador y magistrada que muestra que uno de los momentos más reveladores y que da cuenta del grado de intercambio de información entre la jueza Silva y el diputado se produjo el 5 de noviembre de 2023; ese día Silva informó a Gomes sobre un operativo judicial que se llevaría a cabo dos días después.
La jueza le detalló que se realizarían 26 allanamientos en cinco departamentos del país, como parte de una operación para desmantelar una red narco liderada por el capo brasileño Jarvis Chimenes Pavão. Este tipo de información, altamente sensible y confidencial, era compartida con Gomes, lo que sugiere que el diputado tenía acceso a datos estratégicos que podrían ser utilizados para proteger intereses o influir en decisiones políticas y judiciales.
En distintos chats filtrados se observan que la relación databa de incluso años antes a esta oportunidad. En un mensaje del 9 de marzo de 2020, por ejemplo, la jueza le informaba al diputado que estaba tratando de trasladarse al Juzgado de Garantías, a lo que Gomes respondió con un lacónico “vamos a operar”.
Este intercambio sugiere que Silva no solo informaba sobre sus movimientos, sino que también estaba dispuesta a actuar en función de las necesidades del político. Un mes después, en abril de 2020, la jueza le aseguró a Gomes que podía contar con ella “incondicionalmente”, destacando su utilidad en el Juzgado de Garantías y su disponibilidad para trabajar en cualquier horario.
Los mensajes entre Gomes y Silva no solo exponen una relación de complicidad, sino también una red de influencias en el Poder Judicial que operaba al más alto nivel. La jueza se erigía eslabón clave en la estrategia de Gomes para mantener control sobre ciertos sectores del sistema judicial, asegurándose de que “su gente” estuviera en posiciones de poder.