La desestimación de parte del Ministerio Público, que corroboró la inexistencia de un hecho irregular en la exportación de cigarrillos de Tabesa a Aruba, muestra a las claras que la denuncia planteada en su momento por René Fernández, el “ministro-fiscal” de Mario Abdo en la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac, hoy desaparecida) fue otra mentira más de la administración anterior. El único objetivo era atacar al enemigo político, en este caso Horacio Cartes.
El propio expresidente Abdo Benítez había manifestado que el sistema de “inteligencia paraguayo hizo un gran trabajo para poder determinar la peligrosidad de este vuelo, desde que Paraguay informó y alertó se pudieron hacer las averiguaciones y vemos que gran parte de esa tripulación tiene vínculos con el terrorismo internacional y uno incluso se operó para cambiarse la cara en Cuba, esto parece una película”. Palabras que quedan completamente desacreditadas a partir de la investigación del Ministerio Público.
Agregó que “todo es cuestión de mirar los papeles nomás, no es un invento mío. Yo creo que él (Cartes) está enojado porque hace poco ese avión iraní que llegó al país traía cigarrillos de Tabesa, y qué culpa tengo yo si ahí estaban esos cigarrillos en un avión donde la tripulación estaba llena de terroristas” (sic).
Esta campaña errónea, sumado a otros montajes de la era Abdo, sirvieron como base para que vinieron las sanciones administrativas y financieras contra el señor Horacio Cartes y la empresa Tabacalera del Este (Tabesa), sanciones que se dieron a conocer, suspicazmente semanas después de las filtraciones y documentos fraguados de Seprelad y el informe del avión iraní.