El exministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Arnaldo Giuzzio, enfrenta nuevas sospechas de vin­culación con el narcotrá­fico tras la mención de su nombre en conversaciones entre Alexandre Rodrigues Gomes, presunto líder de una estructura criminal, y otros integrantes de la red.

Estas sospechas contra el exministro de la Senad y del Interior vienen tras ser imputado por cohecho pasivo por sus vínculos con el capo narco Marcus Vinicius Espíndola Marqués de Padua, lo que le hace rein­cidente en sus vínculos con los narcos.

El sitio especializado El Observador (www.elob­servador.com.py) señala que las comunicaciones, registradas en la aplicación Sky ECC, destacan por ser directas: Rodrigues men­ciona haber hablado con “Giuzio”, lo que ha llevado a los investigadores del Ministerio Público a supo­ner que se trata del exfun­cionario. Además, las referencias a contactos con “crimen organizado” en la citada aplicación refuerzan la hipótesis de un posible blindaje institucional.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
El extitular de la Senad y del Ministerio del Interior del gobierno de Abdo enfrenta nuevas sospechas de vinculación con el narcotráfico, tras ser mencionado en conversaciones de Alexandre Rodrigues Gomes.FOTO: ARCHIVO

COHECHO PASIVO

Este caso se suma al escán­dalo anterior que involucra a Marcus Vinicius Espín­dola, un narcotraficante brasileño que habría ofre­cido beneficios a Giuzzio mientras este se desem­peñaba como ministro del Interior. Espíndola fue detenido en Brasil, pero su influencia dejó huellas en Paraguay, donde la Fis­calía imputó a Giuzzio por cohecho pasivo agravado, tras hallarse vínculos entre empresas vinculadas al narcotráfico y el Ministe­rio del Interior.

Las nuevas revelaciones complican aún más la posi­ción de Giuzzio, quien ya ha sido acusado de poseer documentos confidenciales de inteligencia y de mante­ner conexiones con personas dentro de la Senad y el Ministerio del Interior implicadas en actividades delictivas. Estos elementos apuntan a una posible red de protec­ción a operaciones de nar­cotráfico durante su gestión.

La Fiscalía sostiene que las evidencias obtenidas contra el exzar antidrogas están amparadas por proce­dimientos legales y que las investigaciones continua­rán para esclarecer la pro­fundidad de las relaciones entre funcionarios públicos y el crimen organizado.

Este escenario revela una crisis profunda en las instituciones paragua­yas durante el gobierno anterior, donde el narco­tráfico infiltró esferas de poder clave. Los recientes casos contra Giuzzio, el de Rodrigues y Espíndola, exponen un patrón pre­ocupante de complicidad entre sectores oficiales del gobierno Abdo y el crimen organizado, lo que plantea serios desafíos para la Jus­ticia y la gobernabilidad en el país.

Déjanos tus comentarios en Voiz