La sala penal de la Corte Suprema de Justicia integrada por los ministros Manuel Ramírez Candia, César Diesel y Gustavo Santander debe destrabar una vez más el proceso penal que enfrenta el expresidente de la República Mario Abdo Benítez y su gavilla, imputados por siete hechos punibles que tienen relación con el caso conocido como filtración de la Seprelad.
El abogado Emilio Fuster, defensor del exministro del Interior Arnaldo Giuzzio, había apelado la resolución del Tribunal de Apelación que ratificó la competencia de la jueza penal de Garantías Cynthia Lovera, quien hasta el momento no puede realizar la audiencia de imposición de medidas cautelares debido a las chicanas que presentan la defensa de los imputados.
Meses atrás la Cámara de Apelación, integrada por los camaristas María Belén Agüero, Digno Arnaldo Fleitas y Gustavo Aguade, confirmó la competencia de la jueza penal de Garantías Cynthia Lovera tras estar casi cinco meses trabado el proceso penal que enfrenta Mario Abdo Benítez y su gavilla.
RESOLUCIÓN
La Cámara de Apelación resolvió no hacer lugar a la recusación planteada por Fuster, señalando de que es una recusación sin argumentos y que no corresponde a derecho, teniendo en cuenta que el cuestionamiento hacia la magistrada al admitir el acta de imputación de los fiscales Aldo Cantero y Giovani Grisetti en el marco de esta causa.
NUEVE IMPUTADOS
El Ministerio Público imputó al expresidente Mario Abdo Benítez, los exministros Arnaldo Giuzzio, Carlos Arregui y René Fernández; los funcionarios Carmen Pereira, Daniel Farías, Guillermo Preda y Francisco Pereira Cohene, además del exsecretario privado del mandamás Mauricio Espínola, por varios hechos punibles, a raíz de la elaboración de informes de inteligencia que luego fueron divulgados a la prensa con el fin de atacar políticamente al exmandatario Horacio Cartes y el entonces candidato presidencial Santiago Peña.
Según el acta de imputación, existen suficientes elementos de convicción que hacen sospechar la existencia de los siguientes delitos: revelación de secretos de servicio, revelación de secretos privados por funcionarios o personas con obligación especial, inducción a un subordinado a un hecho punible, denuncia falsa, simulación de un hecho punible, usurpación de funciones públicas y asociación criminal.
Tras haber recusado a la jueza, la camarilla del expresidente Mario Abdo Benítez presentó otras chicanas contra la Cámara de Apelación que deberá estudiar si la magistrada sigue o no con la causa, todo esto con el objetivo de entorpecer a como dé lugar la investigación por las filtraciones de la Seprelad.