“Lo que hicieron con Paraguay fue el inicio de esta serie de hechos que pretenden incidir en las elecciones libres y soberanas de un país”, expresó el abogado Pedro Ovelar en relación con las sanciones por “actos significativos de corrupción” aplicadas por Estados Unidos al expresidente de Ecuador, Rafael Correa, y al exvicepresidente Jorge Glas.
Ovelar sostuvo que lo acontecido recientemente con el líder del movimiento Revolución Ciudadana “tiene mucha similitud” con el caso de su cliente, el expresidente y presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Horacio Cartes, quien, de acuerdo con las denuncias, resultó víctima de una persecución política en el marco de las pasadas elecciones internas y generales.
MANIPULACIÓN E INTROMISIÓN
“Esta es una manipulación del electorado e intromisión en los asuntos internos de un país. Estas medidas son arbitrarias, ilegales e inconstitucionales tanto en Paraguay como evidentemente en Ecuador. Se pasan por alto las autoridades estadounidenses. No es cierto que con el pretexto de que sus leyes se lo permiten puedan afectar en un país el proceso interno electoral”, afirmó en una entrevista con el diario La Nación/Nación Media.
Las medidas tomadas por el Departamento de Estado del país norteamericano, que consisten en impedir el ingreso al territorio estadounidense a Correa, Glas y a sus familiares directos llaman la atención en medio de las disputas electorales rumbo a los comicios presidenciales en Ecuador, previstos para el 9 de febrero de 2025.
El pasado jueves, Correa calificó de política a las sanciones de Estados Unidos teniendo en cuenta que, según sus afirmaciones, su movimiento político Revolución Ciudadana se posiciona como favorito en el electorado ecuatoriano.
“Existen las mismas particularidades con el caso de Paraguay (persecución a Cartes y campaña contra la ANR). Estos adversarios tienen preferencia para las siguientes elecciones que se dan en GENTILEZApocos meses más en el Ecuador. Este es un caso calcado de lo que ocurrió en Paraguay, más allá de las sanciones mismas y la afectación de las familias que nada tuvieron que ver con el ejercicio del cargo, más allá de que sí se pudiese o no determinar en el futuro las responsabilidades de Correa”, dijo Ovelar.
Asimismo, el abogado resaltó otras similitudes de la persecución política que enfrentó Cartes y que ahora afronta Correa, como, por ejemplo, la “existencia de un presidente genuflexo que permite y manipula con un gobierno extranjero la aplicación de sanciones. Se establecen los procesos secretos, donde ellos nomas (Estados Unidos) conocen las pruebas y los elementos que tienen, donde nunca dan derecho a la defensa, donde uno no tiene la posibilidad de impugnar cualquier tipo de pruebas que se haya obtenido o que se pretenda hacer valer. No se tiene un juez justo e imparcial, nada de eso existe”.
“REALIZARON MUCHO RUIDO PARA HACER UN MAYOR DAÑO POLÍTICO”
No obstante, Ovelar resaltó una gran diferencia en la manera en que Estados Unidos dio a conocer las sanciones impuestas a Correa y Cartes. “Hay una diferencia entre el comunicado de Ecuador y lo que ocurrió en Paraguay. El comunicado de Correa fue publicado por el Departamento de Estado, pero no se realizó una conferencia con todos los medios para darle una mayor notoriedad y espectacularidad”, comentó.
Siguió sosteniendo que “es por eso que señalamos que el embajador de Estados Unidos, Marc Ostfield, hizo un gran daño al Paraguay. El expresidente Mario Abdo Benítez en directa conexión, asociación con el embajador y algunos medios de comunicación, filtraron información, realizaron mucho ruido para hacer un mayor daño político, todo formó parte de una estrategia conjunta para dañar a Cartes, al Partido Colorado y llevar al poder otra lista que era a fin a los intereses del embajador y Abdo Benítez.
Deseaban que gane Efraín Alegre, utilizaron las instituciones públicas, filtraron información y procedieron a inmiscuirse en los asuntos internos del Paraguay”.