El documento refrendado por el Poder Ejecutivo deroga el decreto 6092 del 10 de octubre de 2016; se presenta como una herramienta fundamental para el desarrollo del país.
El día de ayer, en Mburuvicha Róga, la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, habló de la importancia de esta política, señalando que “busca dos aspectos fundamentales: por un lado, el bienestar de la población con una energía garantizada, asequible y sostenible y, por otra parte, una mirada estratégica hacia el desarrollo para que Paraguay se posicione como un elemento clave en materia energética en toda la región”.
CONSOLIDAR MATRIZ ENERGÉTICA
Entre los objetivos principales se encuentran: consolidar una matriz energética adecuada a las necesidades del país, garantizar la seguridad energética, fomentar la producción de energías alternativas renovables, reducir el consumo de hidrocarburos y aumentar la inserción de energía eléctrica. Además, se busca introducir la utilización de combustibles derivados del hidrógeno, implementar medidas de eficiencia energética, avanzar en la integración energética regional, introducir el gas natural como nuevo recurso energético y fortalecer el marco institucional y las empresas estatales del sector.
Otro punto destacado es la promoción de la generación distribuida, permitiendo que los consumidores puedan convertirse en productores de energía. Además, se enfatiza la transición energética, con un aumento en la participación de la energía eléctrica del 20 % al 22 % entre 2020 y 2022, acompañado de una disminución en el uso de hidrocarburos.
La política también contempla la introducción de combustibles derivados del hidrógeno para el transporte pesado y la promoción de la eficiencia energética, incluyendo planes para incorporar estos conceptos en la malla curricular escolar. “Estamos decididos a diversificar la matriz de generación. Si bien es cierto que somos un país 100 % renovable, hoy estamos muy enfocados en producir nuevas energías alternativas”, afirmó Bejarano