Sin duda, la obtención del grado de inver­sión, el inicio de una serie de reformas y un mayor equilibrio fiscal se han des­tacado como los pilares de la gestión en materia económica del presidente de la Repú­blica, Santiago Peña. De ahí que economistas insistieron en la necesidad de seguir la senda de una política moneta­ria prudente y acelerar la con­vergencia fiscal, además de la reforma a la caja fiscal, para seguir atrayendo inversiones. En lo que respecta al creci­miento económico, la admi­nistración actual de Peña mostró cifras alentadoras. En 2023 el producto interno bruto (PIB) registró un cre­cimiento de 4,7 %, mientras que para este año se prevé una expansión de 3,8 %, según el Banco Central del Paraguay (BCP). En general, se estima que la economía movería unos USD 45.500 millones, que se trata de una cifra récord.

A la par, según el BCP, los niveles de inflación se man­tienen “controlados”: cerró julio con una variación inte­ranual de 4,4 %. La tasa de interés de política moneta­ria bajó a 6 %, abaratando el costo del dinero, mientras el dólar estadounidense cotiza a G. 7.550 en el mercado mino­rista, presionado por factores externos, pero también inter­nos como un menor flujo de ingreso de divisas por la caída de los precios de los commo­dities. En esta misma línea, en lo que hace a la política fiscal, se destacó un camino firme de convergencia hacia la Ley de Responsabilidad Fiscal, con miras a alcanzar el défi­cit de 1,5 % del PIB, además de una serie de esfuerzos por “calzar” la deuda del país en su moneda local (en guaraníes y no en dólares) y contener los picos de la divisa estadouni­dense, sin alterar su dinámica en el mercado.

POLÍTICA MONETARIA PRUDENTE

Al realizar un balance de la gestión económica, el eco­nomista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira destacó sobre todo una polí­tica monetaria “prudente” en línea con los esfuerzos para controlar la inflación. “Res­pecto a la política monetaria se ve prudencia. El BCP ha ido bajando la tasa de refe­rencia, que me parece posi­tivo. Se llegó hasta un valor de 6, que quizás es aún res­trictivo al generar una retrac­ción en la cantidad de dinero. Aparte de eso, me parece bien que se haya intervenido en el mercado cambiario cuando correspondía y que la banca matriz realizara una señali­zación clara sobre este punto”, resaltó.

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Más allá de la prudencia en materia de política moneta­ria, insistió en la necesidad de acelerar la convergencia fiscal para alcanzar la meta de 2026 de un déficit de 1,5 % del PIB. “Sobre todo teniendo en cuenta que el gran éxito de este Gobierno ha sido la rene­gociación de Itaipú, que le deja un saldo de 1.950 millones de dólares y es el mismo número que se tiene que recortar en el gasto para poder alcanzar el compromiso de llegar a la Ley de Responsabilidad Fiscal en el 2026″, añadió. El exminis­tro de Hacienda remarcó los esfuerzos que se han realizado por “calzar” la deuda local en guaraníes e insistió en que se necesita seguir la senda de las reformas para atraer inver­siones tras la obtención del grado de inversión. “En tér­minos de desafíos, creo que los más grandes son dos: las reformas del sistema de remu­neración de los funcionarios públicos y la caja fiscal, que viene descalzada desde hace un tiempo”, añadió.

ECONOMÍA “CONSISTENTE”

A su vez, el economista Aní­bal Insfrán resaltó en su balance respecto al primer año de gobierno de Santiago Peña que los niveles de infla­ción han descendido hasta ubicarse en el 4,4 % inte­ranual, cerca de la meta del BCP de 4 % interanual, lo que da cuentas de que la polí­tica monetaria “va por buen camino”, con una tasa de referencia que se mantiene en 6 %. “A esto se suma la sol­vencia en el sistema banca­rio. Las tasas de interés han venido bajando consistente­mente. Todos los indicadores demuestran de que la infla­ción está convergiendo hacia las metas esperadas. Tene­mos reservas internacio­nales importantes, más de 10.000 millones de dólares, cerca del pico superior his­tórico. Verdaderamente que estamos por buen camino en el sector financiero”, expresó a La Nación/Nación Media.

En lo que respecta a la polí­tica fiscal, el experto destacó que está convergiendo hacia el 2,5 % para fin de año, con lo que se espera alcanzar un déficit de 1,5 % del PIB para el 2024. “En general, tenemos una política económica con­sistente y nos está llevado a una buena posición como país. En este sentido, la obtención del grado de inversión fue muy importante”, expresó.

En línea con las señales positi­vas, Insfrán remarcó la nece­sidad de seguir fortaleciendo las instituciones y encarar reformar urgentes, sobre todo en lo que hace al sistema de pensiones y seguridad social tras la creación de la Superin­tendencia de Pensiones como ente regulador.

MÁS ATRACCIÓN DE INVERSIONES

El economista Jorge Garico­che, de la consultora Mentu, señaló a La Nación/Nación Media que en el primer año de gestión sobresalió la “polí­tica de sincerar las cuentas fiscales”, que permitió dina­mizar sectores que venían deprimidos y avanzar hacia un plan de convergencia del déficit. Más allá de la política fiscal, el profesional valoró positivamente las refor­mas que ya iniciaron, sobre todo en lo que hace a ley que creó la Superintendencia de Jubilaciones. “Paraguay ha venido teniendo en los últi­mos años una relativa disci­plina económica, con cierta línea y este primer año no fue la excepción. Muchos sacri­ficios se realizaron en nom­bre de mantener la disciplina económica”, recordó Gari­coche.

Con una inflación en rango y la reciente obtención del grado de inversión, el eco­nomista hizo hincapié en la necesidad de apuntar con “mayor fineza” a la atrac­ción de inversiones al país a fin de impulsar la genera­ción de empleos de calidad, que es aún una materia pen­diente. “El gran desafío es seguir acortando las necesi­dades para que se dé el des­embarco de las inversiones, además de realizar ajustes necesarios en lo que hace a la política fiscal y la mejora del gasto público”, resaltó.

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