Una auditoría externa ordenada por las actuales autoridades del IPS revela que el banco Atlas (Grupo Zuccolillo) y la anterior administración de la previsional usaron fondos de un contrato fiduciario para operaciones contrarias a las aprobadas por el Consejo de Administración. El monto esfumado prácticamente entre el 2021 y 2022, fue de G. 828 mil millones. El informe también refiere que no existe información suficiente sobre el destino de los fondos. Lo concreto es que las obras que se debieron realizar no existen y mucho menos la plata.
- Por Jorge Torres Romero
El banco Atlas (Grupo Zuccolillo) es cómplice del despilfarro de recursos del IPS al autorizar los desembolsos de G. 828 mil millones sin ningún tipo de control y violando la naturaleza del contrato de fideicomiso firmado por el IPS en el 2017 y modificado en diciembre de 2018. Esos recursos se debieron para la construcción de 4 hospitales.
En la auditoría realizada por las actuales autoridades del IPS refiere como antecedente que el objetivo que se buscaba con la constitución del fideicomiso era por un lado, obtener una fuente de financiamiento alterna para realizar inversiones inmobiliarias consistentes en la construcción o refacción de hospitales en inmuebles de propiedad del IPS, en beneficio del Fondo de Enfermedad y Maternidad y, por otro lado, aplicar los recursos del Fondo Común de Jubilaciones y Pensiones en inversiones rentables, mediante la adquisición de los títulos del fideicomiso.
Para la implementación del fideicomiso fueron evaluadas las posibles entidades financieras con las que el IPS podría operar. Finalmente, el Consejo de Administración decidió autorizar la Operación del Fideicomiso de Titularización, Administración y Pago “IPS-Fondo de Enfermedad y Maternidad” al banco Atlas SA. En virtud del contrato el IPS se comprometió a depositar en el banco de los Zuccolillo el total de las recaudaciones diarias de los aportantes en el porcentaje que corresponde a los fondos de salud. El banco Atlas emitió títulos que fueron adquiridos a la vez por el Fondo de Jubilaciones del IPS por valor de G. 828 mil millones.
Lo cierto es que según el informe de auditoría del IPS, las obras que se debieron realizar no están, la plata tampoco. Es decir, calzaron el presupuesto de salud del IPS con dichos montos, hasta salarios se han pagado con estos recursos y ahora el banco de los Zuccolillo retiene cada mes del IPS G. 160 mil millones para saldar la deuda generada. El fideicomiso era exclusivamente para estas obras: Terminación Hospital Ingavi, Construcción Policlínica, Construcción Hospital Día y Construcción Hospital Hemato-Oncológico. De las 4 obras que figuran en el contrato, los primeros 3 no están ni en un 50 % y el último ni siquiera se hizo.
Todos los detalles de la operación figuran en la Consultoría sobre las Condiciones de Otorgamiento o Colocación de Bonos y sobre la Correcta Utilización de los Fondos del Fideicomiso que ordenó realizar la actual administración del IPS.
En febrero de este año, desde la asesoría jurídica del IPS presentaron una denuncia al Ministerio Público referente a esta operación. En su oportunidad, se mencionó algunas de las falencias en el incumplimiento de cláusulas del contrato, el descalce financiero y los desembolsos realizados con firmas que ni siquiera estaban autorizadas.
SOBRE EL ESCANDALOSO PERJUICIO AL IPS
El total de flujo producido por las emisiones de títulos fue agotado sin cumplir a cabalidad con el pago de las obras contempladas como prioridad para el IPS. El caso más visible mes el del Hospital Hemato-Oncológico, que estando previsto como prioridad, no se completó y requiere al menos de unos G. 200 mil millones. Entre las consideraciones, antecedentes, autorizaciones del Consejo de Administración y los documentos firmados con el banco Atlas, se encuentran incoherencias, siendo la más relevante el hecho de incluir que “otros centros hospitalarios” como objeto de financiamiento. Esto se ha hecho sin siquiera incluir un listado valorizado de lo que se pretendía construir.
Se han utilizado recursos del fideicomiso en mantenimientos, desvirtuando el objeto del mismo y desvirtuando lo establecido en la propia ley habilitante. Se utilizaron recursos del fideicomiso para el pago de mantenimientos de edificios administrativos, habiendo diseñado la herramienta financiera para el financiamiento de obras de infraestructura hospitalaria. Se realizaron pagos utilizando firmas no autorizadas en la documentación establecida dentro del contrato de fideicomiso. Se ha omitido la realización de comunicaciones relevantes, en lo concerniente al listado de obras financiadas, monto de los pagos a ser ejecutados, y estabilidad de los flujos monetarios. Dichas comunicaciones debieron ser realizadas a la Superintendencia de Bancos, como autoridad contralora de la ejecución del encargo fiduciario.