El presidente del Congreso, Silvio Ovelar, presentó un proyecto de ley en el cual propone eliminar cargos vacantes en el Poder Legislativo, surgidos tras la aplicación del programa de retiro incentivado para funcionarios permanentes, buscando elaborar una reingeniería en la sede legislativa.
El retiro voluntario de los funcionarios implica alrededor de G. 900 millones para el Congreso, representando un costo financiero de 47 % menos que los programas generales de retiro voluntario aplicados por otros organismos y entidades del Estado, en el marco de una reorganización.
Dentro de la explicación de los motivos del proyecto, Ovelar manifestó que se buscará promover la eficiencia en el funcionamiento institucional, especialmente de la Cámara de Senadores, apelando a una reingeniería del capital humano, diferente a los programas tradicionales de retiro voluntario.
A decir del presidente del Congreso, el proceso que se viene aplicando ya ha permitido la promoción interna de funcionarios para cubrir determinados roles dentro de la sede legislativa, aparte de desempeñarse en los cargos ocupados por los funcionarios que se acogieron al programa.