Actualmente, Paraguay, Brasil y Argentina reciben de forma global 200 millones de euros; de estos fondos el más beneficiado en toda la región es nuestro país, con 80 millones de euros.
- Por Richard Moreira
- Enviado especial
La Unión Europea busca cerrar el TLC con los países del Mercosur que se viene negociando desde hace 25 años entre ambos grupos económicos. Ante la reticencia del bloque sudamericano, que cuestiona los cambios en los términos acordados en 2019, y ante el planteamiento de que se introduzca un mecanismo de equilibrio, Europa propone un “aumento significativo” en la cooperación con los cuatro países del Mercosur. El objetivo es equiparar para que toda esa tecnología y los procesos que inviertan los países del Cono Sur se puedan adaptar a las exigencias europeas. “La Unión Europea está dispuesta a facilitar fondos de cooperación para ayudar a una implementación exitosa del acuerdo del Mercosur”, señaló Francisco García García, jefe de equipo para Sudamérica de la Dirección para la Cooperación con América Latina de la Comisión Europea.
Según las fuentes del bloque europeo consultadas, señalan que la cooperación podría duplicarse o triplicarse para estos países en los próximos años, saltando de los actuales 200 millones de euros a 700 millones o más. Esta asistencia se canalizará a través de fondos no reembolsables, subsidios o a través de préstamos que permitan que el exportador (mayor o menor) pueda cumplir las exigencias de la UE.
Actualmente, a excepción de Uruguay, los demás integrantes del bloque son beneficiados con distintos programas de asistencia y cooperación europeos. Paraguay es el que más fondos recibe en toda la región con 80 millones de euros; Brasil recibe 70 millones y Argentina otros 50, totalizando unos 200 millones de euros entre estos países.
REGLAMENTO 1115
El Mercosur y la Unión Europea habían alcanzado un acuerdo político marco en 2019. Sin embargo, a partir de ese año y con acciones y gestos concretos en detrimento del medioambiente que se vieron en Brasil (donde Jair Bolsonaro había llegado al poder) el bloque europeo introdujo condicionamientos medioambientales que entrarán a regir el 1 de enero de 2025, es el denominado Reglamento 1115, que es duramente cuestionado por los productores paraguayos.
Si bien esta medida no está directamente implicada en las bases de la negociación UE-Mercosur, algunos puntos son polémicos como el Art. 29 del citado reglamento que impone requisitos forestales que los productores paraguayos no están de acuerdo porque consideran que son coercitivos y les haría perder competitividad ante los mercados foráneos.