Cientos de jóvenes, que se encuentran en la isla asiática capacitándose en diversas especialidades, testimonian sus experiencias y anhelos

  • Por René González, reportero gráfico.

Se percibe un silen­cio absoluto que inunda la biblioteca de la Universidad de Ciencia y Tecnología (Taiwán Tech) en Taipéi, capital de Taiwán. Ni siquiera se escucha la respira­ción de los presentes que leen muy concentrados. La luz es tan exacta que se pueden ver las palabras reflejadas en los ojos de los estudiantes que exigen sus retinas por varias horas.

En un momento dentro de esta armonía se destaca la presencia de un estudiante paraguayo que también está leyendo, pero toma su último trago de un tereré y hace ese ruidito con la bombilla cuando queda poca el agua en la guampa y se filtra por nuestra yerba paraguaya.

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El tereré es un compañero siempre presente y es bien recibido por los taiwaneses.FOTO: RENÉ GONZÁLEZ

Esta escena ocurrió hace un mes y medio, siguiendo los testimonios de compatriotas en la isla. Gracias a mi trabajo como fotógrafo tuve la dicha de aterrizar por cuarta oca­sión en Taipéi, una ciudad donde las calles son amplias y adornadas por jardines. La comida es variada y exqui­sita. El tránsito vehicular es ordenado; se encuentra uno de los edificios más altos del mundo, el “101″, y principal­mente los taiwaneses desta­can por su cordialidad.

La actual viceministra del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comu­nicación (Mitic), Alejan­dra Duarte, me encomendó la tarea de lograr un docu­mental sobre los estudiantes paraguayos que actualmente viven en la nación asiática. Me siento privilegiado al reci­bir esta misión.

Los estudiantes tienen la oportunidad de vivir una experiencia cultural única.FOTO: RENÉ GONZÁLEZ

En Taiwán se cultivan orquídeas de impresio­nante belleza y especies de alta gama, pero también son líderes en cuanto a la tecno­logía para la producción de semiconductores. Entre sus productos más destacados están los chips para iPhones, iPads y computadoras Mac de Apple. Esto genera un importante ingreso para los taiwa­neses.

HERMANDAD EDUCATIVA

El Paraguay y la República de China (Taiwán) mantienen estrechas relaciones diplo­máticas y de amistad hace 67 años. En las casi siete décadas se destaca la coope­ración para mejorar nuestra infraestructura, financia­ción para la construcción de viviendas, innovación para salud pública, cooperación técnica y proyectos relevan­tes en educación. Además, recientemente, gracias a la importante cooperación del sector público y privado, Tai­wán fue el primer importador de carne porcina y segundo mayor importador de carne bovina paraguaya en el 2023, destacando la creación de empleo y un gran aporte a nuestra economía.

En cuanto a la educación, la hermandad entre ambos paí­ses permite a jóvenes para­guayos acceder a una forma­ción de alto nivel a través de las becas que ofrece Taiwán. En 1991 llegaron los primeros tres becarios y, con el pasar de los años, el número de egresa­dos supera a más de 700 per­sonas con títulos en distintas especialidades.

El presidente Santiago Peña además de participar de la ceremonia de traspaso de mando, también compartió con los estudiantes paraguayos.FOTO: RENÉ GONZÁLEZ

Actualmente, están en plena pasantía unos 200 estudian­tes, que volverán a Paraguay para implementar conoci­mientos. Se esperan a inge­nieros e ingenieras en elec­tromecánica, ingeniería industrial, civil, informática, expertos en ciencia, tecnolo­gía, arte, política y cultura.

“MIT DE LATINOAMÉRICA”

Es importante mencionar que en el 2017, cuando el expresidente Horacio Car­tes realizó una visita oficial a Taiwán, comprendió que, para atraer inversiones de empresas taiwanesas a Para­guay, era necesario invertir en educación y formar más ingenieros. Así surgió la idea de solicitar a la expresidenta Tsai Ing-wen la creación de una universidad tecnológica de nivel taiwanés, con el obje­tivo de que se convierta en el “MIT de Latinoamérica”.

Posteriormente se inau­guró la Universidad Politéc­nica Taiwán-Paraguay con el apoyo de Taiwan Tech, la National Taiwan University of Science and Technology de Taiwán, que desempeñó un papel fundamental en ayu­dar a Paraguay a materiali­zar este sueño.

Durante el gobierno de Horacio Cartes, el vínculo entre Paraguay y Taiwán tuvo un destacado impulso en varias áreas.FOTO: RENÉ GONZÁLEZ

FÁBRICA DE BUSES ELÉCTRICOS

El jefe de Estado, Santiago Peña, estuvo en Taiwán para la asunción del presidente Lai Ching Te, el 20 de mayo pasado, y logró importan­tes resultados. Una fábrica de buses eléctricos se insta­lará en el país el próximo año y contribuirá a mejorar el sis­tema de transporte público. La empresa dará trabajo a nuestra gente y hoy estamos listos para ese desafío con mano de obra calificada.

Durante un encuentro con estudiantes Santi Peña dio una charla magistral, donde expresó su compromiso de darle cada vez más fuerza a este proyecto para multi­plicar las becas. Habló tam­bién sobre la construcción de futuros centros de for­mación para jóvenes y niños que están en sus planes de gobierno.

Con un claro mensaje expresó que los jóvenes becarios son parte de un hecho histórico y mencionó el esfuerzo y la obligación del Estado para­guayo al priorizar la educa­ción.

TESTIMONIOS LEJANOS

Enrique Colmán, alumno de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay (UPTP), desarrolla sus estudios en la Universidad de Taiwán Tech y cuenta que su medio de transporte es el metro. Viaja un par de horas al día y asiste a clases de 8:00 a 18:00. Dice extrañar a su familia, pero expresa estar convencido que estudia para volver y mejorar el Paraguay.

Esta es una de las tantas his­torias de jóvenes paraguayos que batallan a casi 20.000 km de su tierra guaraní, compro­metidos con una educación y capacitación de primer nivel. Es también el caso de Cris­tian Ojeda, oriundo de Coro­nel Oviedo (Caaguazú). Sus familiares son pequeños pro­ductores de ganado vacuno a quienes ayudó desde niño. Hoy es un flamante estu­diante de ingeniaría aeroes­pacial y motiva a los jóvenes que no escatimen esfuer­zos para aprender inglés. La industrialización es el camino, puntualizó.

En tanto, compatriotas como Joaquín Roldán quie­ren implementar sus cono­cimientos en metalúrgica y la producción de semicon­ductores, ayudando a crear industrias. Por su parte, Yanina Guillén estudia inge­niería industrial, habla sobre la hospitalidad, la cordialidad de los docentes de la universi­dad y de los compañeros, con quienes comparte las horas de estudio.

“Conocer otras culturas, es como descubrir el mundo”, expresó Kira Franco, estudiante de ingeniería electromecánica.FOTO: RENÉ GONZÁLEZ

“ES EL TIEMPO DE LOS JÓVENES”

Santiago Benítez recuerda mucho su educación prima­ria y hoy estudia ingeniería en informática. Agradece a sus padres por la insistencia para postularse a la beca y cuenta que le costó acostumbrarse a las diferentes comidas. Nos comparte que su sueño es tra­bajar con emprendedores y ayudarles a que el camino no sea tan difícil.

Yendo con Kira Franco, estu­dia ingeniería electromecá­nica y ya trabaja en su tesis. Ella, junto a sus compañeros, buscan mejorar una batería redox recargable, que emplea iones de vanadio. Se prepa­ran para viajar a Japón y dar una conferencia en repre­sentación de la universidad y Paraguay. “Conocer otras culturas es como descubrir el mundo”, enfatizó.

Seguimos con Nicole Aré­valo, que nos saluda en tres idiomas: chino mandarín, español y guaraní. Ella está becada por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MOFA). Como estudiante de negocios internaciona­les y diplomacia, insiste en que todo tiene su tiempo y este es el tiempo de los jóve­nes. Desde el otro lado del mundo es una observadora de Paraguay y expresa su esperanza en el presidente Santiago Peña por su visión como exbecario, hoy como mandatario, y por las prime­ras medidas que comenzó a implementar dentro de su gobierno.

“Un joven debe estar más preparado para los desafíos del mundo”, dijo uno de los estudiantes paraguayos.FOTO: RENÉ GONZÁLEZ

EL SUEÑO DE COMPARTIR OPORTUNIDADES

Desde Caazapá encontramos a Juliano Sarubbi. Cuenta que escribe un libro sobre sus experiencias, sus ideas y cuenta que, como alumno y futuro docente, debemos hablar sobre la inteligencia emocional. “Un joven debe estar más preparado para los desafíos del mundo”, dijo.

Mientras, Pilar estudia inge­niería electrónica y, Monse­rrat, ingeniería química, ambas nacieron en Arro­yos y Esteros. Son brillantes mentes gemelas que están becadas y van cumpliendo sus sueños. Las dos se dedi­can al arte, cantan polcas y guaranias. Gracias a este talento, llevaron la música paraguaya a otros países de Asia. Al regresar al Paraguay, esta dupla proyecta abrir un instituto de enseñanza supe­rior en su ciudad natal para que más jóvenes paraguayos tengan oportunidades de conocimiento.

Finalmente, presentamos a Macarena Barboza, agre­gada comercial de la Emba­jada de Paraguay en Taiwán. Como exbecaria y residente, domina el idioma y las cos­tumbres. Valora la apertura cultural, el diálogo y las ense­ñanzas que el pueblo taiwa­nés ofrece con bondad hacia los extranjeros, especial­mente hacia los paragua­yos. En cuanto al comercio, resalta los esfuerzos del pre­sidente Santiago Peña en generar acuerdos de coope­ración económica entre nues­tras naciones, que generen nuevas oportunidades de negocios para dinamizar el comercio bilateral, con la expectativa de inversiones que contribuyan a la creación de empleo y al crecimiento económico para ambos paí­ses hermanos.

Volviendo a la reciente visita de Peña, en la reunión cele­brada en Master Transpor­tation, la firma que instalará una fábrica de buses eléctri­cos en Paraguay, tuvimos la oportunidad de conocer a becarios paraguayos que ya están realizando su pasantía laboral en dicha empresa. Así, estas historias son el reflejo de cientos de jóvenes com­patriotas que comparten el sueño de mejorar su universo personal de conocimientos, para retribuir en el futuro cercano esta oportunidad a mejorar sus comunidades en Paraguay.

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