La amnesia selectiva no es patrimonio exclusivo de políticos veteranos. Esta certeza es avalada por la diputada Johanna Ortega (Partido País Solidario, de Carlos Filizzola).
La legisladora se erigió en los últimos días en “estandarte” y portavoz de la postura contraria a toda enmienda y/o reforma constitucional. Invoca para ello su “temor” de que detrás de una eventual enmienda sobrevenga un plan reeleccionista, el cual hace muy poco defendía con puño y letra.
“La reelección no pretende alargar el mandato, sino renovarlo. Por lo tanto, reelección y duración de mandatos son conceptos distintos”, decía una parte del comunicado firmado por Johanna Ortega, reproducido por el diario Abc, cuando estaba a favor de la enmienda constitucional para permitir la reelección.
Entonces, como se sabe, la izquierda liderada por Fernando Lugo pretendía también poder reelegir a un presidente y consideraba que el planteamiento era sensato, legal y necesario.
¿Cuál es el factor radical que la hizo cambiar de posición? Es la pregunta que salta al tapete, y que interpela la contradicción en la que la diputada Ortega incurre.