José Luis Torales, quien renunció como presidente interino del Partido Encuentro Nacional (PEN) luego de que se exponga una serie de irregularidades suyas, ha dejado entrever la serie de privilegios con la que se manejaría la senadora Kattya González, teniendo en cuenta los diversos beneficios que la parlamentaria brindó a quien también se desempeña como su director de bancada en el Senado.
“Solicito la designación del funcionario José Luis Torales como director de bancada del PEN para el presente periodo parlamentario, así como la asignación de los complementos salariales correspondientes, en los conceptos de responsabilidad en el cargo y gastos de representación”, había expresado la parlamentaria para beneficiar a su protegido, quien ya se encontraba percibiendo su salario correspondiente a la Contraloría General de la República (CGR), pese a ser comisionado.
En la CGR, el salario de Torales llegaba a los G. 13 millones y ya con los gastos de representación y bonificación por responsabilidad en el cargo, sus ingresos orillaban los G. 17 millones mensuales. En el Senado percibía más de G. 7 millones, lo cual había sido solicitado por la senadora González, privilegiando aún más a su colaborador.
Esto además coincide con el beneficio que ya había adjudicado a su protegido, al solicitar que pueda ser exceptuado de marcar su hora de entrada y salida correspondiente en el Senado. Sin mencionar que la senadora González también había dado su visto bueno a la planilla de trabajo presentada por Torales, en la que figuró que, supuestamente, trabajó en feriado y asueto, el 7 y 8 de diciembre de 2023.
El colaborador de la legisladora había violado el código de ética de la Contraloría, a decir del propio subcontralor Augusto Paiva, pues la institución no permite que un funcionario tenga militancia política, pero contradictoriamente Torales se desempeñaba como presidente del PEN. Sin una argumentación válida que justifique su manejo, el funcionario se vio obligado a renunciar a la presidencia del partido.