El medio brasileño Folha de São Paulo reportó que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, estaría presionando a Paraguay en lo que respecta a la negociación por la tarifa energética en Itaipú Binacional.
De acuerdo al medio, el mandatario brasileño ha amenazado con rescindir el acuerdo que obliga al vecino país a comprar la energía excedente de nuestro país, esto como reacción a la exigencia paraguaya de sostener la tarifa lo más elevada posible.
“La terminación de este acuerdo comercial se considera una medida drástica, sin precedentes en la relación entre los socios, al borde de un incidente diplomático. También afectaría a la economía paraguaya. En 2022, por ejemplo, los paraguayos consumieron el 17 % de la energía generada por la planta. Brasil compró el 33 % restante de la cuota paraguaya por alrededor de mil millones de dólares”, explica.
Según el Tratado de Itaipú, cada país tiene derecho al 50 % de la energía generada por la central hidroeléctrica. Pero los paraguayos nunca alcanzaron esta cuota y aún consumen solo cerca del 17 % del total producido. En abril de 1973, Brasil se comprometió a comprar todo el excedente de energía del Paraguay, como forma de garantizar la viabilidad financiera del proyecto.
Este compromiso brasileño no está expresado en el cuerpo del Tratado que constituyó la empresa binacional. Pero en el documento adjunto aparece la “nota de reversión número cinco”, que, según el Gobierno, ahora está sujeta a revisión. El Tratado reconoce el derecho de ambos países a adquirir lo que no sea utilizado por el otro socio comercial.
En el Tratado, Brasil y Paraguay también se comprometen a adquirir toda la capacidad instalada de la planta, pero el texto no define cómo se realizará esta compra. Y, en este momento de desacuerdo sobre el valor del arancel, las autoridades brasileñas están considerando utilizar un instrumento legal para, como lo han venido llamando, “denunciar” el acuerdo, es decir, informar a Paraguay que pretenden romperlo.
Iniciativa paraguaya de una tarifa alta es la correcta
Exdirector explica que margen de excedente energético debe ser aprovechado por nuestro país.
El exdirector de Itaipú Binacional Carlos Mateo Balmelli calificó de positiva la postura paraguaya al plantear una tarifa lo más elevada posible para el 2024, atendiendo que Brasil es el mayor consumidor de la energía y que esto permitiría generar recursos que servirán para el desarrollo de ambas naciones.
“A mí me parece muy bien que Paraguay haya llevado una iniciativa, me parece que es la más correcta, de mantener el precio de la tarifa lo más alto posible, eso hay que entender que es una pretensión paraguaya que está emplazada al día en el que nosotros los paraguayos tengamos que consumir toda la energía de Itaipú, hasta ese día va a representar una ventaja para nosotros”, explicó Balmelli.
El extitular de la binacional indicó a la 1020 AM que este margen que aún tiene nuestro país debe ser aprovechado, dado que dentro de unos años, cuando Paraguay se vea obligado a retirar el 50 % de la energía que le corresponde, ya no será ventajoso establecer una tarifa elevada.
Recordemos que el propio ministro Javier Giménez, miembro del Consejo de Itaipú, manifestó que una tarifa elevada podría generar USD 2.000 millones tanto para Brasil como para Paraguay, recursos que podrán ser destinados al desarrollo de ambas naciones, y de esta forma, Itaipú dejaría de ser solo un generador de energía y pasaría a ser un motor del desarrollo.
Respecto al Anexo C, Balmelli refirió que este punto debe ser abordado cuanto antes posible por los presidentes de Paraguay y Brasil, Santiago Peña y Lula da Silva respectivamente, dado que el tratado estipula que eso debía ser revisado en 50 años. Lo acordado en la próxima revisión debe tener una visión a largo plazo, dado que el mismo podrá ser renegociado recién dentro de 50 años nuevamente.
“El objetivo de la reunión entre mandatarios debe ser la definición del Anexo C, que incluye cuál va a ser el costo de la energía y ahí hay que agregar un factor más para mantener un precio que nos beneficie a nosotros, sino nosotros vamos a estar vendiendo a Brasil una energía muy barata y no vamos a tener fondos compartidos para las obras que necesitan ambos países”, detalló.