El senador Dionisio Amarilla contradijo al subcontralor general de la República, Augusto Paiva, quien en una entrevista al programa “Arriba hoy” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media afirmó que José Luis Torales no incurrió en una irregularidad al militar en un partido político y ser comisionado de la Contraloría General de la República (CGR) a otra institución, en este caso el Senado.
Torales asumió a mediados del mes de octubre del año pasado la presidencia del Partido Encuentro Nacional (PEN), cargo al cual renunció, además de haber sido candidato a un cargo electivo en las pasadas elecciones y ser asesor de la senadora Kattya González. El legislador sostuvo que como funcionario de la Contraloría incurrió en una acción que se contrapone al código de ética del ente contralor.
“Se equivoca el subcontralor al afirmar que, al ser comisionado un funcionario de la Contraloría, el código de ética deja de regir para su ‘funcionario comisionado’. Cada vez hace más méritos para que lo lleven a juicio político el subcontralor defendiendo lo indefendible”, indicó a través de su cuenta de red social X.
El parlamentario explicó que cada funcionario se rige por el reglamento interno al que pertenece a pesar de su comisionamiento. “El funcionario comisionado no deja de ser funcionario de la institución que cede su pase, eufemismo deportivo. Lleva la carga de su reglamento interno y le suma el reglamento de la institución que lo recibe temporalmente y mientras dure el comisionamiento. Policías, el mismo caso”, mencionó.
Agregó que el funcionario como en el caso de Torales haya estado exento de esta “carga” por una resolución de la misma Contraloría. “Salvo que esté taxativamente estipulado en la resolución de la CGR que al ser comisionado (traslado temporal), las reglas de la institución de origen quedan sin efecto”, apuntó.
Amarilla resaltó que la renuncia de Torales a la presidencia del PEN se dio ya que se comprobaron los hechos de ilegalidad. “Partido de maletín cambia de presidente ante contundente y fehaciente prueba de inmoralidad e ilegalidad de su actuar cuanto menos. Efecto dominó que anunciaba su única senadora se cumplió”, sentenció.