El presidente de la República, Santiago Peña, afirmó que muchas de las decisiones de su cargo tienen un costo político elevado, pero no obstante, afirmó estar dispuesto a aceptarlo si eso representa poder cumplir con sus compromisos de campaña, que están plasmados en el presupuesto, sobre todo los que tienen impacto directo en la ciudadanía como el aumento al programa Tekoporã o el compromiso con el sector docente.
“Yo no busco ser una figura popular, quiero ser un estadista, quiero pensar que lo que estoy haciendo va a dejar una huella para futuras generaciones, quiero creer que lo que estoy haciendo es a mi mejor entender, el mejor trabajo posible para los paraguayos de bien que tienen la esperanza de estar mejor”, expresó el mandatario durante una entrevista en el programa del periodista Enrique Vargas Peña.
Las declaraciones del jefe de Estado surgieron en torno al debate por el aumento salarial para los parlamentarios. Peña explicó que el impacto que se puede esperar por aprobar esta iniciativa es mucho menor en comparación a las reasignaciones presupuestarias que se hicieron para el plan de gastos de 2024.
COSTO POLÍTICO
El presidente explicó que como parte de las conversaciones con legisladores surgió la posibilidad de aprobar a libro cerrado el presupuesto de 2024 si el Poder Ejecutivo acompañaba la devolución de conceptos que los parlamentarios perdieron durante la pandemia.
“Esto tiene un costo político para mí, pero lo asumí por un bien superior. Yo entiendo que si esto implicaba que no iban a modificar el resto del presupuesto era un costo relativamente menor”, aseguró el mandatario. El tiempo le dio la razón, refirió, y mientras la idea de dar el aumento a los parlamentarios cuyo costo ronda los G. 15.000 millones se diluye, en la Comisión Bicameral de Presupuesto el plan de gastos cuenta con reasignaciones cercanas a los USD 37 millones.