Debido a la complicada situación que está pasando la zona del Chaco paraguayo por la sequía y la falta de distribución de agua potable ante el fracaso del proyecto de acueducto durante la gestión de Mario Abdo Benítez, el Gobierno nacional se encuentra abocado en la misión de distribuir agua potable a comunidades indígenas para tratar de paliar la realidad que viven unas 26.000 familias afectadas.
El presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay SA (Essap), Luis Fernando Bernal, lamentó que este proyecto haya sido mal concebido desde su inicio e incluso abandonado durante la gestión anterior. Indicó que ha presentado muchos defectos en la ejecución del contrato y en el diseño del proyecto. Afirmó que se están llevando adelante las auditorías correspondientes, aunque por mandato del presidente Santiago Peña se está haciendo todo el esfuerzo necesario para poner en marcha este proyecto en la brevedad.
“Hoy estamos abocados a hacer una evaluación del sistema, y esperamos que en 60 días se pueda reactivar el acueducto de tal manera que podamos constatar las falencias”, precisó Bernal. No obstante, aclaró que no se pondrá en funcionamiento de manera permanente, pero sí van a volver a activar para que especialistas nacionales e internacionales puedan constatar y sacar una evaluación y un dictamen.
Por su parte, la presidenta del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), Marlene Ocampos, informó que con estas acciones se está llevando un alivio a todas las comunidades indígenas del Chaco afectadas por la falta de lluvias en distritos chaqueños.