Desde la empresa Yguazú Cementos denuncian el enorme perjuicio económico para el sector privado, con la autorización del gobierno anterior para la importación de 140.000 toneladas de concreto, que todavía deben ingresar al país.
Apenas dos semanas antes de marcharse, la administración abdista, a través del ministro de Industria, Luis Alberto Castiglioni, autorizó la importación de 80.000 toneladas de cemento, pese a que todavía estaban pendientes de ingreso otras 60.000.
Al asumir el nuevo gobierno se encuentra con que, en total, deben ser importadas 140.000 toneladas, según explicó el gerente de Yguazú Cementos, Andrés Wardle.
“Lo que insistimos ante el MIC es que, no solo los productores nos vemos perjudicados, sino los distribuidores también, porque compiten con personas que solamente importan cemento, pero no tienen locales, no tienen personal, ni nómina de empleados aportando al IPS, nuestros costos son mayores”, comentó Wardle, en una entrevista con radio Universo 970/Nación Media.
A nivel nacional, la demanda estimada es de 120.000 toneladas al mes, mientras que la capacidad de producción llega a 180.000 toneladas, por lo que, la importación es innecesaria.
Al respecto, ya se tuvo una primera reunión con las nuevas autoridades, a quienes les comentaron no solamente las expectativas que tienen, sino también estos números que causarán un gran perjuicio económico al sector.