En su visita al Brasil, el pre­sidente electo Santiago Peña brindó una disertación en la Fundación Getulio Var­gas (FGV), donde expuso su visión para Paraguay y la proyección en mente para colaborar con el vecino país. Un mayor aprovechamiento de la hidroeléctrica Itaipú Binacional será clave para Peña, apostando por un proyecto más productivo y menos rentista a nivel regional.

“Estoy decidido a avanzar en la construcción de nuevas represas hidroeléctricas y en el desarrollo solar, principal­mente en la región del Chaco. La energía es un activo estra­tégico en la región, no solo para Paraguay, y debemos tener sistemas eléctricos más integrados; queremos conec­tar Itaipú con Yacyretá y por qué no, contar con un sistema y mercado eléctrico interco­nectado entre Paraguay, Bra­sil y Argentina”, detalló.

DÉCADAS VENDIENDO ENERGÍA

Indicó así que el foco en su administración entrante se centrará en generar puestos de trabajo utilizando como base central la producción de energía. Reconoció que hoy en día Paraguay está retra­sado en proyectos de genera­ción de energía eléctrica por­que si bien existe un excedente en la producción paraguaya, el mismo se acabará antes de nue­vas fuentes de generación.

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“Hace 40 años que Paraguay vende su energía y el negocio no se encuentra allí, sino en la utilización de la energía. Noso­tros necesitamos desarrollar las bases industriales del Para­guay y parte de ese trabajo es nuestra visita a San Pablo, con una base industrial gigantesca en Sudamérica; lo que debemos hacer es traer parte de los USD 100 millones que importa Bra­sil de Asia, para que empresa­rios brasileños puedan produ­cir en Paraguay”, comentó.

DESARROLLO EN PARAGUAY

Peña aseveró que la nación paraguaya hoy en día se encuentra en un punto en el cual podría desarrollar un gran salto hacia un país mucho más desarrollado e integrado, construyendo una nación que entienda su nivel de respon­sabilidad dentro de su pro­pio territorio, así como en la región y en el mundo, ante una innegable crisis sociopo­lítica.

“Paraguay está decidido a ser, en 30 a 40 años, el país más desarrollado de Amé­rica Latina, sin mencionar que tiene todo para conver­tirse en un gigante al lado de otro gigante como lo es Brasil. Somos un país pequeño, con una población poco más de siete millones de habitantes, pero una capacidad produc­tiva para ser una plataforma para el Mercosur y muchos países del mundo”, expresó.

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