Durante la gestión de Arnaldo Giuzzio al frente de la Secretaría Nacional de Antidrogas (Senad) se firmó la resolución n.° 142 en 2020, con la cual se ordenaba liberar los puestos de controles de la institución. El también extitular de la cartera Hugo Vera había sostenido que esa disposición fue lo que permitió dar vía libre a la narcoexportación en nuestro país, lo cual finalmente reconoció Giuzzio pero, lejos de admitir responsabilidad, derivó la culpa a otros factores.
“Un perro tenía esa unidad que yo desafecté, con 10 agentes, cinco por turno, y no puede controlar todos los puertos privados por donde pasa toda la importación y exportación del Paraguay”, expresó Giuzzio para la 780 AM, justificando por qué decidió disolver una unidad que fiscalizaba y controlaba la narcoexportación, al desafectar la Dirección de Investigación Aérea Fluvial y Terrestre (Diaft).
Desde entonces, se ha dado apertura a una total falta de control por parte de la Senad de lo que entra y sale del país, lo cual quedaba al descubierto con cada cargamento de drogas, proveniente de Paraguay, que caía en puertos internacionales. De hecho, este gobierno saliente rompió récords en envío de drogas a Europa y se estima que este negocio movió cerca de USD 25.000 millones entre 2020 y 2022.
Culpabilizando también a la institución por la falta de controles suficientes, Giuzzio expresó que la Senad era un cementerio de vehículos, de evidencias e incluso de personas, agregando que la estructura de la institución antidrogas estaba a punto de colapsar. “Dejé subsistir la unidad un año para ver qué resultados tenía y no me dio resultados. Los controles físicos no funcionan”, reconoció.