El vuelo del extitular de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) arribó al aeropuerto Silvio Petti­rossi poco antes de las 9:00, y tras abrazos con familiares y amigos, dirigió sus prime­ras palabras a la prensa.

El también expresidente del club Cerro Porteño y de la Asociación Paraguaya de Fút­bol (APF) había sido arres­tado en Zúrich (Suiza) el 3 de diciembre de 2015 y extradi­tado a Estados Unidos el 15 de diciembre de ese mismo año, dentro del caso FIFAgate. El 29 de agosto de 2018 recibió una condena de 9 años de pri­sión, que debía cumplir hasta agosto de 2024, pero la jueza Pamela Chen le otorgó una reducción de condena, el 29 de junio pasado, por motivos de salud.

Acompañado por su esposa y sus cuatro hijos, Napout abandonó el jueves pasado por la mañana la Institu­ción Correccional Federal de Miami, un día después de lo previsto por cuestiones burocráticas; ya había fina­lizado el horario laboral del funcionario penitenciario a cargo cuando llegó la docu­mentación.

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“Siete años de no estar en Paraguay, nunca pensé estar tanto tiempo afuera”, dijo visiblemente emocionado el exdirigente deportivo

“SIEMPRE ESTUVO MI PAÍS PRESENTE; LA FAMILIA FUE FUNDAMENTAL”

Remarcando que su familia constituye un factor clave para él, en su llegada recordó que solo tenía un nieto y ahora será recibido por siete más, denotando que no nece­sita más amor que ese.

“Salgo con mucho amor, la familia fue fundamental en mi vida porque esto no fue fácil. Mamá tiene 91 años y le voy a volver a ver, cuando la última vez que pudo visi­tarme fue en 2019 y esa sepa­ración fue un dolor. Siete años de no estar en Para­guay, nunca pensé estar tanto tiempo afuera, este es el mejor país del mundo y a veces no nos damos cuenta, donde la familia es muy importante”, fueron sus primeras decla­raciones durante su llegada, reiterando una y otra vez el rol clave de su familia para mantenerse de pie.

Visiblemente emocionado, Napout apareció en la puerta de desembarque del aero­puerto exhibiendo una ban­dera albirroja, afirmando ante la prensa que, aparte de su familia, todo el apoyo reci­bido desde su país le otorgó las fuerzas necesarias para sobreponerse a una situación complicada en el país nortea­mericano. Resaltó el acom­pañamiento incondicional del Consulado paraguayo en Miami.

“Lo más duro ni siquiera fue la cárcel, sino los 24 meses en arresto domiciliario. Todo fue muy duro, pero dentro de todo quiero agradecer a la prensa porque le dio cabida a mi hermana (Virginia Napout), cuando nos encon­trábamos reclamando algo humanitario, de ahí fue que la Cámara de Senadores y Dipu­tados finalmente se manifies­tan y fue luego del apoyo reci­bido por la prensa”, resaltó el extitular de la Confedera­ción Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

“Uno de los momentos más difíciles fue mi arresto en Zúrich; luego trabajé en la cocina de la prisión, para no pensar”, manifestó Napout al relatar parte de la situación que le tocó vivir.

LUCHA CONTRA LA CEGUERA

Familiares de Napout venían denunciando que sufría vio­lación de sus derechos huma­nos en una cárcel de Miami. “Mi hermano se está que­dando ciego, y si no lo operan, estará en la cárcel, lejos de nosotros y ciego. Es una vio­lación de su derecho humano básico”, dijo su hermana Vir­ginia Napout, semanas antes de la audiencia que accedió la magistrada de Nueva York que está a cargo del caso. La mujer explicó que Napout ya perdió un ojo y necesita con urgencia una cirugía en el otro y que el miércoles fue trasladado por cuarta vez a un centro médico fuera de la prisión, pero que no le hicie­ron ninguna intervención.

“Solo le hicieron un che­queo”, precisó tras calificar el hecho de “tortura sico­lógica” y “violación de sus derechos humanos”. “No entendemos por qué no lo operan. Si era norteameri­cano, de seguro le daban”, se lamentó la hermana de Napout, quien reveló que la familia envió una carta diri­gida al secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, para que interceda. Sus abogados solicitaron a la justicia norteamericana una “medida compasiva” para que Napout cumpla el resto de su condena en Para­guay debido a sus problemas de salud.

El expresidente de la Con­mebol (2014-2015) cumplió su pena por el escándalo de corrupción en la FIFA (en 2015) que salpicó a una vein­tena de dirigentes del fútbol. Fue declarado culpable por los delitos de fraude y asociación ilícita por una corte de Nueva York en 2018 que lo acusó de haber cobrado 10.000.000 de dólares en concepto de coimas. Napout fue detenido en un hotel de Zúrich (Suiza) en diciembre de 2015 junto a otros directivos sudamerica­nos, cuando asistía a un con­greso mundial de la FIFA en su carácter de vicepresidente de la organización deportiva.

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