El expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) Juan Ángel Napout escribió una carta mediante la cual relata su delicada situación de salud, la que lo llevó a perder la vista del ojo derecho, mientras que el izquierdo presenta un gran deterioro. El exdirigente deportivo lamentó que a pesar de sus múltiples intentos no se le haya permitido acceder a una cirugía para mejorar su situación.
“En varias ocasiones se me prometió la operación, pero nunca llegó, mi familia y mis abogados intentaron por varios medios, y también les decían que me operarían. Pedimos por cartas, se hicieron cientos de llamadas telefónicas y siempre surgía un ‘pero’ o una negativa de atendernos”, dice una parte del relato.
Napout inició relatando que ya han pasado 89 meses desde su detención en Zúrich, Suiza, donde fue detenido el 3 de diciembre de 2015. Ahora se encuentra en Miami FCI, donde está próximo a cumplir 66 meses de reclusión en dicho establecimiento penitenciario.
El extitular de la Conmebol recordó que en julio de 2020 tras haber contraído covid-19 solicitó la libertad compasiva, la cual le fue negada en dos oportunidades; no obstante, le fue otorgada a José María Marín, coacusado en la causa, quien fue beneficiado con una reducción de su condena del 20 %.
En ese lapso comenzó a experimentar fuertes dolores en el ojo derecho y su vista empezó a nublarse, perdiendo completamente la visión al cabo de unos días. “Un especialista me examinó y recomendó de inmediato una cirugía en el instituto Bascom Palmer, como también lo confirmó una de las enfermeras. Lamentablemente, los meses pasaron y no hubo más noticias”, relató.
En febrero de 2021 fue revisado nuevamente por un oftalmólogo y se determinó que en el ojo izquierdo presentaba cataratas y moscas volantes, este médico también recomendó la cirugía inmediata, pero esto nunca se concretó. En mayo de 2022 lo llevaron a la clínica Larkin para realizar un estudio importante, pero tras esperar 3 horas, le dicen que volviera el siguiente mes porque la máquina estaba rota. Pero fue hasta noviembre del año pasado que lo llevaron de vuelta a la misma clínica, pero le informaron que la máquina seguía rota y que la cirugía que necesitaba ya no se realizaba en ese lugar. “El tiempo siguió pasando, llegamos a 2023 y todo seguía en silencio”, siguió narrando Napout.