El agente fiscal Jorge Arce sostuvo en sus alegatos iniciales, que tanto Justo Ferreira como su hija Patricia Ferreira, encabezaron una estructura delictiva para el ingreso, sin autorización, de mercaderías al país durante la pandemia del covid-19. El juicio oral se desarrolla en el marco de la causa abierta por contrabando, producción de documentos no auténticos y asociación criminal.
El representante del Ministerio Público remarcó que los Ferreira, para perpetrar los ilícitos, se valieron de documentaciones no auténticas e irregulares para luego comercializar los productos dentro del territorio nacional. En esta causa, los acusados habrían ingresado al país 50 camas hospitalarias eléctricas, al margen de la ley, durante la pandemia.
Para la Fiscalía, está claro que estas camas no se podían importar ni comercializar por tratarse de dispositivos médicos que requieren del correspondiente registro sanitario de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa).
“Encabezaron y conformaron una estructura delictiva para el ingreso sin autorización de estas mercaderías valiéndose de documentaciones no auténticas y también irregulares para poder comercializar dentro del territorio nacional”, alegó Arce.
Agregó que para el Ministerio Público el despachante Carlos Gamarra (coprocesado), a través de sus intervenciones dentro del trámite aduanero, prestó servicios para esta estructura permitiendo finalmente la concreción del ilícito.