El presidente en situación de salida, Mario Abdo Benítez, se ratificó en seguir con el festín de licitaciones públicas en las diversas instituciones del Estado, rechazando el pedido del equipo de transición del Gobierno electo de Santiago Peña, de parar los procesos que no son urgentes, como las dudosas y millonarias licitaciones, concursos de cargos y compras públicas que están en curso.
“Hay que entender que la burocracia pública tiene sus procesos y nosotros no podemos parar el funcionamiento del Estado. Por más intentos que hagan no nos van a imponer un criterio”, expresó Abdo, dejando en claro que no tiene la más mínima intención de hacer el bien por el país, más aún en una etapa muy importante, como la transición de gobierno.
Del mismo modo, agregó: “Estamos abiertos a conversar, escuchar y si hay preocupaciones y pruebas sobre alguna licitación, estamos abiertos a escuchar y actuar en consecuencia. ‘De balde’ se ponen histéricos. La histeria no contribuye para nada”, dijo Abdo.
CONCURSOS EN ITAIPÚ
El equipo de transición de Santiago Peña, integrado por José Alderete y Lea Giménez, solicitó al Ejecutivo saliente la suspensión de los procesos de contratación pública plurianuales, así como los concursos, recategorizaciones y adendas en los contratos.
Uno de los concursos más cuestionados y sonados es el realizado por la Itaipú Binacional, para llenar 220 vacancias, de las que hay indicios de direccionamiento y de requisitos hechos a la medida, así como blanqueos de contrataciones de personas que ya están dentro de la institución.
LICITACIONES POR 1.300 MILLONES DE DÓLARES
En su momento, Lea Giménez también criticó las licitaciones plurianuales que pretende convocar el gobierno, que ascienden a USD 1.300 millones. Señaló que este tipo de acciones dejan maniatada a la próxima administración, por lo que espera que estas decisiones se reviertan. Para Lea, un gobierno que está de salida ya no puede tomar decisiones para los próximos tres años.
Por su parte, Pablo Seitz, director de Contrataciones Públicas, había indicado que no existen herramientas legales que permitan parar las actuales licitaciones que realizan las instituciones del Estado de manera apurada, pero consideró muy necesario regular el funcionamiento de la administración en los periodos de transición y, además, en los periodos próximos a elecciones.