El abogado de Efraín Alegre alegó primeramente que la causa denunciada ante la Fiscalía ya prescribió, luego que su defendido ya fue sobreseído. Sin embargo, en forma irresponsable y con intenciones de confundir a la opinión pública mostró un caso de una denuncia ciudadana que nada tiene que ver con la Auditoría del Poder Ejecutivo (era Lugo) que constató tragada de US$ 37 millones, también ignoró el informe de Contraloría (2009) que evidencia desfalco de US$ 72 millones. Inicialmente, el candidato de la Concertación había negado la existencia de las auditorías, luego su abogado Guillermo Duarte Cacavelos lanzó varias mentiras.
- Por Jorge Torres Romero.
Mientras Efraín Alegre alega que la acusación de tragada durante su administración en el MOPC es parte de una ficción, su propia defensa reconoce que los hechos sindicados ya prescribieron, al transcurrir varios años de los informes de auditorías. Sin embargo, esta prescripción no anula la existencia de la situación certificada en dos informes de auditorías: una correspondiente a la Presidencia de la República y otra a la Contraloría.
La otra mentira del abogado Guillermo Duarte Cacavelos se basó en que supuestamente su cliente ya fue investigado y sobreseído, pero mostró un escrito relacionado a una denuncia ciudadana que nada tiene que ver con las denuncias referidas en la Auditoría del Poder Ejecutivo y a la Contraloría General de la República.
Bajo la premisa de la prescripción, el abogado Duarte Cacavelos lleva adelante la “defensa” del candidato presidencial Efraín Alegre en el marco de la causa abierta en la Fiscalía a raíz de la denuncia hecha por el senador colorado Martín Arévalo contra personas innominadas por la supuesta tragada en el MOPC durante la administración del liberal.
A través de sus redes sociales, Duarte Cacavelos esgrimió que este proceso se realiza de manera irregular, ya que no se pueden investigar los hechos prescritos, al estar indagándose hechos que ocurrieron en el 2011.
Un aspecto que llamó la atención es que la defensa se centra en el vencimiento del plazo y no así en negar las supuestas irregularidades cometidas durante la gestión pública de su cliente, ya que el hecho de que haya prescrito no significa necesariamente que el delito no haya sucedido. En contrapartida a esa posición en el plano jurídico, el político insiste mediáticamente en que la supuesta malversación de fondos en el MOPC es una ficción promovida por el cartismo en su contra, lo cual termina contrastando con la línea de defensa asumida por su abogado.
También dicha posición se contrapone al testimonio dado por el propio jefe del equipo de auditores, Héctor Godoy, quien es director general de Control Interno de la Auditoría del Poder Ejecutivo. Este perito confirmó la veracidad del documento que expone irregularidades por valor de US$ 37 millones, los cuales se distribuyen entre casos de planillerismo, obras paradas, rapiña de combustibles, maquinarias, licitaciones amañadas, entre otras “perlitas”.
La Fiscalía, a cargo de la agente Marlene González, ya tiene en sus manos este informe de auditoría de la Presidencia que estuvo cajoneado por años. La interviniente ya anunció que desde esta semana comparecerán a prestar declaraciones testificales los auditores que certificaron la aparente rapiña del dirigente liberal.
Por otra parte, el denunciante Martín Arévalo acudió el jueves pasado al Ministerio Público para ampliar su denuncia con base en otra auditoría realizada por la Contraloría del ejercicio fiscal 2009, encomendada por el entonces contralor liberal Augusto Airaldi, ocasión en la que se detectó un perjuicio de US$ 72 millones, por pagos efectuados de más al no comprobar el avance real de las obras, falencias en los registros contables, bienes públicos sin títulos de propiedad, falta de control para registrar los ingresos de la institución, entre otros hechos de corrupción.
Sumando ambas auditorías financieras practicadas a la gestión de Efraín Alegre durante su paso como ministro de Obras Públicas, se habla de un aparente feroz agujero de US$ 109 millones en solo dos años y medio de administración.