Rossana Escobar M., rossana.escobar@nacionmedia.com

Sus oenegés aparecen detrás de proyectos de emprendedurismo, aceleración, innovación, sostenibilidad, financiados en su mayoría por el Estado o al menos usando su estructura, y responden a la hoja de ruta de Koga Impact Lab, empresa de Bruno Defelippe que recibió US$ 1,6 millones del BID y plata desde Paraguay como contrapartida.

La plata de US$ 1,6 millones que recibió del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con contrapartida local, para su empresa Koga, Bruno Defelippe, esposo de Soledad Núñez, ambos candidatos por la Concertación Nacional, fueron justificándose con los proyectos de emprendurismo, innovación gracias a la red de oenegés que armó junto con sus amigos.

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Es decir, que las oenegés que giran en torno a al clan Núñez-Defelippe y un grupo cerrado responden a los objetivos e intereses de su empresa para la cual le dieron los US$ 1,6 millones.

A través de la creación de oenegés en serie, Defelippe fue impulsando proyectos públicos a través de la estructura del Estado, proceso en el que aparecen financiamiento con fondos públicos, préstamos a través de organismos internacionales a costa de los contribuyentes locales.

La creación de las oenegés para la consolidación de Koga, empresa de Defelippe y sus amigos Camilo Guanes Mersán, Rodrigo Weiberlen, Federico González Caballero, Santiago Campos Cervera en su momento coordinador de la firma, requirió en paralelo otros millonarios financiamientos por parte del BID. Además, otras oenegés para bases políticas y para la contratación de profesores se fondearon con miles de dólares que vinieron de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fundación Nacional para la Democracia (NED).

Esto sin contar la oenegé y empresas que facturan con proyectos locales a través de organismos internacionales, sin pasar por licitaciones públicas, como el caso del anteproyecto para bicisendas adjudicado a Oca Arquitectura, de Luis Godoy Bonini, oenegeísta de la rosca de Defelippe.

Bruno Defelippe y Soledad Núñez mueven millones detrás de oenegés que se cuelgan de proyectos públicos.

Los proyectos de capital semilla del Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Mitic), que al Estado paraguayo le costó US$ 344 mil en los últimos 7 años, es iniciativa que figura en el reporte de desempeño de Koga en el marco de la plata que recibió del BID. Es un negocio muy bien montado, una ingeniería en la que Defelippe se hizo de empresa y fue pescando proyectos públicos que además le generaron otras fuentes de ingreso por consultorías, organización de concursos, por citar los realizados en Ciudad Mujer, la marca penitenciaria MUA, etc., todos como parte de su desempeño.

Mboja’o es un ejemplo, empresa beneficiada con concurso del Innovando PY del Mitic con capital semilla de G. 50 millones, fue articulado por Koga y responde a la tarea que Defelippe justificó como parte del financiamiento que se adjudicó.

La oenegé Sistema B es otro caso. Esta asociación surgió con un financiamiento de US$ 330 mil del BID y otra parte de donantes con los que se opera, ejemplo Conacyt, Mitic, MIC y su funcionamiento está ligado a la Agenda Digital financiada con préstamo de US$ 130 millones del BID y al Proyecto de Innovación de Empresas Paraguayas (Proinnova), ejecutado con crédito de US$ 10 millones también del BID. Todas sus acciones están delineadas por Koga, según se ve en los documentos de financiación.

La Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy) es también una organización que emergió a instancias de los intereses de Defelippe en el proceso de consolidación de su empresa.

Con Sistema B también se pueden ver adjudicaciones de servicios por “Mejora de productos diseño” a la empresa Brandon. Esta firma es precisamente de Rodrigo Weiberlen y Camilo Guanes, también parte de Koga y muchas otras oenegés junto con Defelippe. El proyecto de “sustentabilidad” en la capital ASU + B es otra oenegé que mueve millones, con financiamiento de la Unión Europea en alianza con varias instituciones del Estado y está a cargo de Sistema B, Oca Arquitectura y Koga; es decir, todo gira en torno a los mismos.

De no haber mamado del Estado a través de estos proyectos activados por sus oenegés, todo apunta a que la empresa de Defelippe no podría honrar el objetivo que costó US$ 1,6 millones. De hecho, cualquiera que entre a mirar los documentos del BID podrá percatarse de que varios de los componentes de la inversión tuvieron resultados insatisfactorios hasta el último momento. Aun así, el Estado fue generoso en subvencionar “proyectos” de emprendedurismo que forman parte de la hoja de ruta de la empresa del esposo de Soledad Núñez.

Financiamiento del proyecto empresa Koga de Bruno Defelippe.

BRUNO SALIÓ DE ASEPY

Desde la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy) remitieron el siguiente texto vía Whatsapp para señalar que Bruno ya no está en la organización.

“El señor Bruno Defelippe ya no es parte del Directorio de la Asociación. Asimismo, recalcar que Asepy es una organización apartidaria. Defelippe fue socio fundador de la Asepy y se desempeñó como presidente en el período 2020-2021. La nueva presidencia fue electa en asamblea de socios en mayo del 2022, siendo el señor David Caballero el actual presidente electo por unanimidad.

Asepy es una organización sin fines de lucro, apartidaria, que nace en el 2017 en busca de mejorar e incidir en políticas públicas que beneficien y visibilicen al sector emprendedor como motor de desarrollo; así como instalar dentro de las mesas de las instituciones gubernamentales las necesidades de los emprendedores, que constituyen el 97% de las empresas en el país y el 70% de la mano de obra paraguaya”.

Organización con plata del Estado, en edificio de socio de Defelippe

El viejo modus operandi de registrar varias empresas en una misma dirección que generalmente son de un mismo dueño y que en el rubro de las licitaciones se conoce como empresas de maletín es un sistema similar que aplica el superconsultor Bruno Defelippe, esposo de Soledad Núñez.

Edificio en zona Carmelitas de Asunción que tiene como uno de los propietarios a socio principal de Defelippe en empresas y oenegés, Federico González Caballero.

Firmas y decena de las oenegés que Bruno Defelippe creó junto con mismo grupo de amigos fijan dirección en un cotizado edificio de la zona Carmelitas de Asunción que, coincidentemente, es propiedad de uno de sus principales socios, Federico González Caballero. Este dato figura en los documentos de Catastro y de la Municipalidad de Asunción.

Emplean “comunidad, colaboración, diversidad” como conceptos del servicio en el inmueble, esto de alguna manera blanquea el esquema para que una decena de oenegés que reciben plata del Estado mediante proyectos articulados por Koga, empresa de Defelippe operen en el lugar.

En la publicidad de la empresa inmobiliaria figura que más del 5% de sus ingresos donan para espacios de trabajo a organizaciones y empresas sociales. En este contexto no hay que olvidar que estas “empresas sociales” u oenegés sobreviven de proyectos estatales, varias surgieron con capital semilla del Estado, que fueron impulsadas por la empresa de la rosca de oenegistas en el marco de la financiación que recibieron del BID y contrapartida local.

González Caballero es uno de los socios principales de Defelippe con quien, además de Koga, tienen acciones en una empresa de nombre Colaboro SRL.

Documento de Catastro consigna cuenta corriente catastral a nombre de Federico González y otros.

Soledad ubicó a esposa de oenegeísta en Senavitat

María Alejandra del Puerto, esposa de Diego Sosa Maciel cofundador de Alma Cívica, uno de los principales operadores de Soledad Núñez y Bruno Defelippe, obtuvo un premio durante la gestión en Senavitat de la hoy candidata por la Concertación. La mujer luego migró al Mitic, uno de los ministerios más generosos con los “proyectos” de Defelippe.

Sosa Maciel es cofundador y “observador” de la oenegé Alma Cívica.

Siguen saltando los vínculos de los socios de la pareja de candidatos de la Concertación, Soledad Núñez y Bruno Defelippe, esta vez con instituciones del Estado. La esposa de Diego Sosa Maciel, cofundador de Alma Cívica, María Alejandra del Puerto, fue funcionaria de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) entre los años 2016 y 2018, período en el que la actual candidata de la Concertación se desempeñaba como titular de esta institución.

Alma Cívica es la oenegé creada por el clan Núñez-Defelippe que mantiene en su plantel varios operadores y que continúa presionando para “controlar” las próximas elecciones generales del 30 de abril.

En la referida oficina de Estado, Del Puerto se desempeñó en cargos de coordinación donde se encargaba de gestionar los procesos de adquisiciones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una de las fuentes preferidas de financiamiento para las distintas oenegés, que actualmente están relacionadas a la pareja “del cambio”.

A partir del 2019, luego de que Núñez dejara el cargo estatal, la esposa de Sosa Maciel se incorporó a la nómina del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) donde permaneció hasta agosto del 2020 con cargo de directora, y desde ahí se encargó nuevamente de administrar los proyectos financiados con préstamos del BID, como el Programa de Apoyo a la Agenda Digital. Percibió salarios que en conjunto con sus bonificaciones rondaban los G. 15 millones, según los registros de la Secretaría de la Función Pública de abril del 2020.

Diego Sosa Maciel y su esposa María Alejandra del Puerto.


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