El equipo de la Concertación Nacional, encabezado por Efraín Alegre, organizó un encuentro con el ex presidente de la República del Uruguay José “Pepe” Mujica, con el objetivo de utilizar al ex mandatario para promocionar la figura política del presidenciable liberal. Pero no conforme con eso, aprovechándose de la buena amistad del ex mandatario uruguayo con el senador y ex mandatario paraguayo Fernando Lugo, Efraín Alegre aprovechó ese reencuentro para jactarse del supuesto apoyo que esperaba de Fernando Lugo.
Abofeteando a los grupos progresistas, Alegre finge intimidad con Mujica y Lugo, mostrándose como el candidato de la izquierda paraguaya, cuando dista mucho de posicionarse con ese perfil y marcar una tendencia en el sector. “Una inmensa alegría conversar con dos presidentes que cambiaron la historia de nuestro continente: ‘Pepe’ Mujica y Fernando Lugo. La unidad, no solo en el Paraguay sino en toda América Latina, es la garantía de que el cambio ya llega”, publicó Alegre en sus redes.
Alegre olvida por completo que fue uno de los principales precursores de la destitución de Fernando Lugo, una de las figuras protagónicas del progresismo paraguayo. Votando “por la condena”, ahora el presidenciable liberal pretende captar el voto del grupo izquierdista que no olvida su traición a Lugo, utilizando esa amistad entre Mujica y Lugo para su objetivo.
“NI OLVIDO NI PERDÓN”
Dirigentes socialistas como Sixto Pereira, Hugo Richer y Miguel Fulgencio Rodríguez aplicaron aquella frase histórica de “Ni olvido ni perdón”, y sentenciaron que el presidenciable liberal no representa a los sectores progresistas y no abogará por ellos en su gobierno, contrariamente al acompañamiento de la izquierda que Alegre afirma poseer.
Lejos de constituirse como un verdadero representante de la izquierda en el país, Alegre representó uno de los motivos centrales del quiebre del Frente Guasu, recordando que una importante parte de los referentes de esa nucleación política decidieron apoyar la candidatura presidencial de Euclides Acevedo. Esto sin mencionar que diversos referentes opositores, incluidos dirigentes de su propio partido, salieron de la Concertación, denotando así la amplia división del sector.
Teniendo en cuenta que gran parte del sector de la izquierda no brinda su apoyo a la figura de Alegre y tampoco lo observa como el mandatario representativo de la forma en que él se autopercibe, el presidenciable liberal pareciera tratar de captar al electorado progresista recurriendo a burdas tácticas como sacar provecho de la figura de un referente izquierdista como lo es “Pepe” Mujica.