• Por Josías Enciso Romero

Cuando Efraín Alegre y Soledad Núñez, la dupla de la Concertación Nacional para las elecciones generales del 30 de abril, presentaron su plan de gobierno sobre seguridad con la frase publicitaria “Vivir sin miedo” y en la mesa principal estaba sentado Rafael Filizzola, hasta último momento estábamos pendientes de que algún reportero, locutor o camarógrafo salga a aclarar: “Es una joda para VideoMatch”. Hubiera sido un chiste de pésimo gusto, pero chiste al fin. El aludido personaje fue uno de los peores ministros del Interior de toda la transición democrática, ejerciendo el cargo durante el gobierno de Fernando Lugo. Y VideoMatch –para los más jóvenes– era un programa de entretenimiento, de una extraordinaria popularidad, dirigido por Marcelo Tinelli, quien, luego, se convertiría en presidente de San Lorenzo de Almagro y directivo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Algunos sketches con cámaras ocultas eran realmente insufribles, especialmente para la víctima de la parodia, hasta que al borde del colapso le gritaban, a veces sus propios familiares: “Es una joda para…”. Ese mismo espectáculo nos parecía estar presenciando este martes 14 de marzo. Pero, en este caso, la aclaración de que solo era una chingadera jamás llegó.

¿Quién es Rafael Filizzola? Con su esposa, la actual senadora Desirée Masi, fundaron en categoría de propietarios el Partido Democrático Progresista (PDP), uno de los más incondicionales aliados del presidente Mario Abdo Benítez y el de mayor influencia en su gobierno, ubicando a sus referentes en puestos clave. Pero hagamos un flashback. El 15 de agosto del 2008, Fernando Lugo lo nombra ministro del Interior. La inseguridad empieza a apoderarse del país. Los indicadores de criminalidad son irrefutables. El 31 de diciembre de ese mismo año, el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) ataca el destacamento militar de Tacuatí, departamento de San Pedro. Como es tradicional que los diarios realicen un puente el 1 de enero, las crónicas del día siguiente señalaban que “a 30 minutos del Año Nuevo, cuatro personas con sus rostros cubiertos por pasamontañas, vestidas con ropa militar, irrumpieron en la citada guarnición y tras intercambiar disparos con el único guardia lo intimaron, robando 2 fusiles M-16 con cuatro cargadores y noventa cajas de municiones”. Posteriormente, incendiaron el lugar, dejando a su paso panfletos en que el EPP se atribuía el atraco.

El sábado 3, el ministro Rafael Filizzola, en conferencia de prensa aseguró que los “atacantes son delincuentes comunes”. Siempre continuando con las noticias de aquella época, según el secretario de Estado, el EPP actúa movilizado por necesidades económicas. Refirió que la zona de acción, el norte del país, es una de las áreas más pobres del país y rechazó, de esa forma, la aparición de un grupo movido por ideologías de izquierda y que pretende desestabilizar el gobierno de Fernando Lugo”. Y añadió: “Acá no tenemos que caer en el error de darles a ellos la envergadura que no tienen, han secuestrado, han robado armas y han atacado comisarías, pero son delincuentes comunes, que están en la delincuencia y deben ser tratados como tales”. Declaró, además, que no tenía elementos para afirmar con certeza que Osvaldo Villalba y Magna Meza (quienes secuestraron y asesinaron a Cecilia Cubas) pertenezcan al grupo EPP. Los años dirían lo contrario.

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En agosto del 2016, en tiempos de la presidencia de Horacio Cartes, su calificación ascendió de grado: el EPP ya era un “grupo terrorista vinculado al narcotráfico y al crimen organizado”. Acusó al gobierno de entonces de realizar “denuncias infundadas y temerarias, pero al mismo tiempo sumamente graves. No deberíamos ser nosotros quienes tenemos que recordar nuestras credenciales, a pesar de que el Nuevo Rumbo pretende convertir en sospechosos a todos”. La reacción tenía su origen. Quien fuera ministro del Interior, Francisco José De Vargas, había fustigado a Filizzola y a los senadores del PDP por su visita en la cárcel a los hermanos Víctor y Gregorio Morales, acusados de ser parte del apoyo logístico del EPP. “Fueron fotografiados con Lucio Silva, el más antiguo y sanguinario miembro del grupo terrorista. Visitaron a los hermanos Morales y son los mismos que piden el retiro de la Fuerza de Tarea Conjunta del Norte”, sentenció De Vargas. El 26 de junio del 2020 (gobierno de Mario Abdo Benítez), los hermanos Morales fueron condenados a doce años de cárcel por los delitos ya mencionados más arriba.

El 17 de junio del 2010, “el EPP vuelve a matar”, publican a grandes titulares los medios impresos, refiriéndose al asesinato de dos jóvenes suboficiales (23 años) en la zona de Kurusu de Hierro, Concepción. Ambos pertenecían a la Fuerza de Operaciones Especiales Policiales (FOPE). Después de continuos ataques de este grupo criminal, en setiembre del 2010 son abatidos dos de sus integrantes en un lapso de tres semanas: Gabriel Zárate Cardozo y Nimio Cardozo Cáceres. Antes que lo hiciera Lugo, fue Mario Abdo Benítez, vicepresidente segundo de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana (ANR), quien el 27 de setiembre del 2010 felicitó a Filizzola: “Así como criticamos en su momento a sectores del Gobierno que, con su actitud, alimentaban ideologías de extrema izquierda, hoy tenemos la suficiente madurez para felicitar no solamente a Filizzola (Rafael), sino a todos los organismos de seguridad”. Para que no queden dudas de que el contubernio entre Marito y el PDP es de larga data, repite las expresiones del congratulado: “(…). Resultados positivos contra esta banda de delincuentes comunes”. Por supuesto, a la grave crisis de inseguridad de la actual administración, Filizzola responde con un agradecido silencio y unas palmaditas en las espaldas.

Efraín Alegre y Rafael Filizzola tienen mucho en común. Ambos fueron destituidos por Lugo, de Obras Públicas y del Interior, el mismo día: el 18 de junio del 2011. Ambos dejaron enormes agujeros en sus respectivos ministerios: “Batiburrillo”, una “ruta de la mentira”, entre otras menudencias, y el medio apepu de Desirée, un perjuicio de 1.200 millones de guaraníes que debieron ser destinados para la refacción de 24 comisarías del Área Metropolitana. El caso de los helicópteros amerita un capítulo aparte y especial. Ambos formaron una dupla para las elecciones generales del 2013. Y perdieron. Ambos tienen un enemigo declarado, aparte de Horacio Cartes: el trabajo. No se diga más.

¿Quién es Rafael Filizzola? Con su esposa, la actual senadora Desirée Masi, fundaron en categoría de propietarios el Partido Democrático Progresista (PDP).

Efraín Alegre y Rafael Filizzola tienen mucho en común. Ambos fueron destituidos por Lugo, de Obras Públicas y del Interior, el mismo día: el 18 de junio del 2011. Ambos dejaron enormes agujeros en sus respectivos ministerios.

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