Tras la publicación en este medio de la denuncia de Francisca Tatiana Espínola, presidenta de la Asociación de Parcialidades Indígenas (API), de que más de treinta líderes indígenas se encontraban desde tempranas horas varados en el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) porque desde el ente se negaban a abonarles el costo total del viático para regresar a sus comunidades, finalmente fueron trasladados en un colectivo hasta sus respectivos hogares.
Lo que más preocupó y detonó el pedido de ayuda fue el hecho de que entre los líderes nativos se encontraban dos personas de avanzada edad y con problemas de salud que se estaban viendo afectados por las condiciones en que se encontraban, especialmente por la incertidumbre de si podrían regresar hoy a sus comunidades.
La delegación indígena se encontraba en Asunción a raíz de una reunión que se celebró el domingo en una casa de retiro con representantes del Indi para restablecer la comisión directiva de la mencionada asociación.